EL PAíS › LOS SOCIALISTAS DICEN QUE ESTARAN JUNTO AL ARI
¿Se dobla pero no se rompe?
A pesar de haber plantado a Elisa Carrió en el lanzamiento de su candidatura, dirigentes del socialismo aseguraron a Página/12 que mantendrán la alianza con la diputada chaqueña.
Un día después de haber “plantado” a Elisa Carrió en el lanzamiento de su candidatura presidencial, los dirigentes del Partido Socialista salieron ayer a bajar los decibeles de la disputa. “No hay ruptura, en algunas horas esto será sólo una anécdota”, afirmó ayer el diputado Oscar González, aunque aclaró que “existe una situación de crisis, que se origina en diferencias sobre cómo construir la unificación de las fuerzas progresistas”. Desde el ARI se mostraron menos optimistas y muy críticos. Mientras que Marcela Bordenave calificó la ausencia socialista “como un apriete infantil”, Graciela Ocaña opinó que “fue una decisión desmedida en el marco de una gran deterioro de la relación” y afirmó que no sabe “cómo va a terminar el conflicto”.
El sábado a la noche, luego de la ausencia de los socialistas en el lanzamiento de su campaña presidencial, Elisa Carrió aseguró que su alianza con esa fuerza era “un capítulo cerrado”. Ayer González salió a relativizar las declaraciones y afirmó que “fueron hechas por una mujer apasionada en un momento de fastidio”. El diputado confirmó que “todavía no hubo contactos directos con Carrió luego del acto” y opinó que “se está sobreactuado un episodio puntual”. González también habló sobre el proyecto de despenalización del aborto elaborado por Rubén Giustiniani, que fue criticado duramente el jueves por Carrió: “Quizás no haya sido la mejor oportunidad para presentarlo, pero fue interpretado erróneamente como una provocación al ARI, cuando en realidad se trata de un tema que pertenece desde siempre a la tradición socialista”.
A pesar de su intención de bajar los decibeles del conflicto, el dirigente admitió que existe una crisis en la relación entre las fuerzas, producto de las diferencias en el plano de la construcción del movimiento. “Carrió duda si es necesaria una mera alianza electoral o una coalición. Nosotros pensamos que hace falta crear una coalición político-social con una estrategia decidida en conjunto”, afirmó el legislador. Buena parte de estas discusiones continuarán el jueves 21 de noviembre, cuando se reúna la comisión formada por 4 dirigentes del ARI y 4 del socialismo para seguir discutiendo estas cuestiones. Algunos dirigentes socialistas opinan que esta crítica es compartida por integrantes del ARI que vienen de otras fuerzas políticas, como el ex Frente Grande, pero que la mayoría no se anima a plantear disidencias porque no tiene el respaldo de una estructura partidaria fuerte.
Los socialistas afirman que muchas decisiones no se toman en conjunto y que ellos se enteran de muchas “por los diarios”. “Teniendo en cuenta que nos sentimos parte del ARI, no es justo que se nos tenga en un segundo o tercer plano a la hora de tomar las decisiones”, afirmó ayer Ariel Basteiro. “Ni siquiera conocíamos el documento de discusión programática que presentaron en el acto del sábado”, agregó. El jueves, cuando se tomó la decisión de “pegar el faltazo”, no hubo una postura homogénea a la hora de evaluar las consecuencias de la medida. Mientras que algunos de los máximos dirigentes –como Alfredo Bravo y Jorge Rivas– opinaban que era necesario tensar la situación para que cambiaran las cosas, otros afirmaban que la medida profundizaría las divergencias.
“Dolió mucho lo que hicieron el sábado, venían apretando y apretando, y finalmente llegaron a esta situación”, afirmó ayer una fuente cercana a Carrió. “Están cometiendo un error, nosotros tenemos presencia en distritos donde ellos ni siquiera existen”, comentó el colaborador. Y agregó: “Nuestra prioridad ahora es trabajar en la campaña y seguir construyendo, lo demás son mezquindades políticas”. Por su parte, Bordenave opinó que “el Partido Socialista convoca a un determinado sector de la población, pero lo que nosotros tenemos que hacer es convocar a un pueblo”. Sin embargo, la diputada se mostró mucho más conciliadora que algunos de sus compañeros.
“Esto es parecido a una pelea matrimonial, puede haber enojos pero estamos todos en el mismo campo” declaró, aunque luego aclaró que “esta es mi posición, no la de Lilita, que está realmente muy enojada”. “Durantelas últimas elecciones legislativas ella fue muy generosa, inclusive con los que no se lo merecían. Había dirigentes que no merecían ocupar un primer lugar en las listas”, agregó Bordenave. Por su parte, Ocaña se mostró más crítica con el socialismo y escéptica con el futuro de la alianza. “El sábado nos dejaron a todos helados, nos enteramos apenas unas horas antes del acto. Y deterioró la relación”, afirmó. Y agregó: “Todavía no hemos discutido con Elisa, no podría decir claramente cómo puede llegar a terminar esta situación”.
Informe: Alejandro Gaggero.