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Néstor Kirchner sabe que a partir de esta semana el duhaldismo debe comenzar a definir quién será su candidato presidencial para la complicada interna justicialista, y por eso empezó su política de seducción. Ayer consideró que deben devolverse a la provincia de Buenos Aires los ocho puntos de coparticipación federal que le quitaron hace más de una década, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. “Es imprescindible sacar adelante a la hermana mayor de los estados argentinos”, sostuvo el gobernador de Santa Cruz a propósito de Buenos Aires, territorio duhaldista.
Kirchner es el preferido por los duhaldistas que prestan más atención a las encuestas y al perfil ideológico de los candidatos. En cambio, se inclinan por el cordobés José Manuel de la Sota quienes prefieren un dirigente menos díscolo y con más capacidad de adaptación a las necesidades del presidente Eduardo Duhalde.
Con muchas dudas a cuestas, el Gobierno todavía no decidió a qué candidato bendecir luego de los triunfos frente al menemismo que significaron los congresos partidarios de Parque Norte y Obras Sanitarias. En la reunión que algunos gobernadores sostendrán mañana con el ministro del Interior, Jorge Matzkin, y en el primer encuentro de la Comisión de Acción Política del miércoles surgirán las primeras definiciones.
Con sus declaraciones de ayer, Kirchner comenzó a apurar su tendido de redes hacia el decisivo aparato bonaerense. El aumento de lo que recibe la provincia en concepto de coparticipación es un reclamo histórico del que rara vez se hacen eco los gobernadores de otras provincias. “Cuando Buenos Aires estornuda, el país se resfría”, graficó Kirchner en un acto organizado por la Cámara de Empresarios de Tandil. Y exigió “devolverle la coparticipación sacada durante el gobierno de Armendáriz, porque esos ocho puntos no los pagan los gobernantes de turno, sino la gente y los empresarios locales que ven que ese dinero no entra más a la provincia”.
Los dirigentes del duhaldismo más duro quieren imponerle a Hilda “Chiche” Duhalde como compañero de fórmula al candidato al que decidan darle su apoyo. En apariencia, De la Sota estaría contento con esta condición. Kirchner, en tanto, prefiere un candidato menos identificado con la actual administración y con perfil más “progre”, como es el caso del intendente de La Matanza, Alberto Balestrini. Lo que queda fuera de toda duda es que el segundo término de la fórmula, en ambos casos, corresponderá a un bonaerense.
Allí apuntó Kirchner. “Buenos Aires aporta por retenciones unos 1500 millones de dólares”, dijo en Tandil. “Para poder recuperar los bonos que tiene y transformarlos en dinero activo, habría que destinar la mitad de ese monto al gasto público nacional y el resto a generar un fuerte plan de inversión pública para recuperar la moneda.” Para eso consideró que también se debe “activar inmediatamente la economía, provocar trabajo y solucionar los problemas estructurales que tiene Buenos Aires”. Por otra parte, Kirchner aseguró que a pesar de la crítica situación socioeconómica que atraviesa el país se siente optimista. “Si bien la Argentina está al límite, con políticas activas, la implementación de un modelo neokeynesiano y con una correcta gestión y administración de los recursos se puede salir adelante”, afirmó.