[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar) presentó ayer los resultados de una encuesta enviada a principio de junio a los diez principales candidatos a legisladores de la ciudad de Buenos Aires. A dos semanas de las elecciones y pese a que una de las principales intenciones del cuestionario fue “hacer públicas las posturas de los futuros representantes porteños sobre el Código Contravencional, las zonas rojas y las garantías constitucionales para quienes tienen estrategias de subsistencia en el espacio público”, sólo un 40 por ciento de los candidatos respondió las únicas seis preguntas requeridas por las trabajadoras sexuales. Los grandes ausentes fueron Unión-PRO y la Coalición Cívica y Social, que no contestaron siquiera cuáles son sus plataformas electorales sobre la problemática.

La secretaria general de Ammar Capital, Jorgelina Sosa, presentó las respuestas a la encuesta frente a un puñado de organizaciones sociales y medios de comunicación que se dieron cita en la sede de la CTA. Contestaron al interrogante “¿Qué dicen los candidatos sobre el derecho al espacio público y las políticas hacia las trabajadoras sexuales?” Francisco Nenna (Frente para la Victoria), Fabio Basteiro (Proyecto Sur), Alejandro Bodart (Movimiento Socialista de los Trabajadores) y Roy Cortina (Partido Socialista). La improvisada conferencia de prensa también sirvió para que Sosa advirtiera sobre “la peligrosidad de la nueva Policía Metropolitana macrista y su futura política represiva sobre los trabajadores de la calle”.

“Entre los candidatos que contestaron el cuestionario hay varias coincidencias en casi todos los puntos relevados. También creemos lo mismo sobre los partidos que no contestaron porque el silencio dice mucho.” Fue Elena Reynaga, secretaria general de Ammar Nacional, la persona que al pasar hizo el comentario y rápidamente continuó relevando los resultados de las preguntas sobre espacio público y trabajo sexual.

Pese a que existió una marcada similitud en las respuestas de los futuros legisladores “de izquierda”, no es menos cierto que hubo pequeñas disidencias en la forma o en los contenidos sobre cómo abordar la problemática de las trabajadoras sexuales en la ciudad. Las propuestas de cada candidato sobre las “políticas públicas en relación a las mujeres dedicadas al trabajo sexual en la vía pública” son un ejemplo de ello. Por ejemplo, para Nenna “tienen que diseñarse las herramientas jurídicas necesarias (...) para empoderar a quienes realizan estas actividades”, mientras que Basteiro cree imprescindible que “las trabajadoras sexuales gocen de todas las garantías y derechos como el resto de las y los trabajadores”. Como parte de la plataforma de campaña, Bodart “convocaría a las trabajadoras sexuales para elaborar en forma conjunta todas las iniciativas necesarias”. Cortina, por su parte, insiste en la “derogación de los códigos contravencionales que sustentan legalmente prácticas discriminatorias y represivas por parte de la institución policial y el sistema judicial”.

La opinión de los candidatos sobre la implementación de las denominadas zonas rojas fue de común rechazo. Sin embargo, la negativa fue justificada de manera distinta por los diferentes partidos. Según Nenna, los guetos sexuales “terminan siendo funcionales a quienes discriminan y dejan a la intemperie jurídica a las trabajadoras sexuales”. La argumentación de Basteiro se basó en la Constitución nacional (“según el artículo 14 existe la libertad de trabajar, estudiar, etc.”). Según Cortina, “es importante no invisibilizar los lugares (de oferta sexual), por eso es necesario que el gobierno local tome medidas como la instalación de lomas de burro, iluminación, baños químicos”. Por su parte, Bodart estructuró su postura contraria a las zonas rojas mediante un interrogante: “¿Acaso es que sólo se busca condenar y penalizar lo que se ve, mientras se toleran situaciones de trata o de explotación sexual porque ocurren puertas adentro?”.

En relación con la iniciativa PRO de crear una nueva fuerza de seguridad y su futuro control y regulación, Nenna contestó que “las organizaciones sociales deben controlar, también, a la Policía Metropolitana” y el candidato del MST señaló que “ya con la Policía Federal se viven situaciones de abuso. El riesgo que ocurran hechos similares con la Policía Metropolitana es muy real”.

Como cierre de la presentación de la encuesta, Sosa dio su conclusión sobre la falta de respuestas de la gestión PRO: “No es que no tienen una política sobre las trabajadoras sexuales, sino que la quieren ocultar”.

Informe: Mariana Seghezzo.