[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La ministra de Educación, Graciela Giannettasio, prometió ayer que el Estado entregará un millón y medio de pesos al portal Educ.ar para asegurar que pueda seguir funcionando. Giannettasio asumió el compromiso después de que Página/12 publicara que el portal, lanzado con grandilocuencia por Fernando de la Rúa hace menos de dos años, estaba al borde de la quiebra por haber invertido en bonos de la deuda externa argentina los 11 millones de dólares que en su momento donó el empresario Martín Varsavsky para ponerlo en marcha. “En vez de unos pocos meses de continuidad, Educ.ar tendrá un año y medio, lo que tranquiliza muchísimo”, se entusiasmó el propio Varsavsky, aunque no debería hacerse tantas ilusiones: la partida de dinero prometida por Giannettasio no figura por el momento en el presupuesto para el año próximo.
“Estamos tratando de que se incluya una partida para reforzar las finanzas de Educ.ar. Es cierto que el Presupuesto 2003 se está discutiendo en el Congreso y hasta que no se sancione, no podemos decir que la partida para Educ.ar está, pero todos estamos luchando para lograrlo”, admitió a este diario el vicepresidente del portal, Osvaldo Siseles, quien confirmó que “buscamos conseguir como mínimo un millón y medio de pesos”.
No fue eso, sin embargo, lo que Giannettasio declaró antes de embarcarse ayer el mediodía con rumbo a Cuba para participar de un encuentro sobre educación. La ministra –quien como tal preside el directorio de Educ.ar– prometió, concretamente, “la inclusión de un millón y medio de pesos en el presupuesto del año que viene para que podamos, sin vender los bonos, reemplazarlos por estos fondos y sostener los bonos y aproximarlos más al vencimiento” y dijo ser “la garante” de esa promesa.
Los bonos a los que se refería Giannettasio son los papeles de la deuda argentina en los que decidió invertir el directorio de Educ.ar la mayor parte del dinero donado por Varsavsky. De los 11 millones de pesos (o en aquella época también dólares) que aportó el empresario, el portal destinó un 35 por ciento –aproximadamente 3,8 millones– en gastos operativos y con el resto compró bonos. Default mediante, esos papeles de la deuda suman unos 2,3 millones de dólares a valor nominal que a la cotización real se reducen a sólo un millón y medio de pesos.
“La donación de Varsavsky en su momento fue convertida en bonos por (el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo), y tras la devaluación, esos bonos se depreciaron”, precisó Giannettasio, antes de definir que lo que fue en principio una donación “se convirtió en una mala inversión”. La ministra destacó a continuación que “estamos trabajando para sacar el portal adelante y achicar la brecha entre los que acceden a la conectividad y los que no”.
Giannettasio indicó que a través de Educ.ar se efectuará “la capacitación del tercer ciclo del EGB y Polimodal en aquellas jurisdicciones” con menos recursos y añadió que el portal cuenta con presupuesto del Ministerio de Trabajo para la capacitación en el marco del Plan Jefes y Jefas de Hogar. Además, dijo esperar que Educ.ar ingrese a un “proyecto de cooperación con el reino de España por el cual se va a poder proveer la conectividad a todas las escuelas del país”, tal como establecía el proyecto inicial del ex ministro de Educación, Juan José Llach.
Varsavsky celebró la promesa de Giannettasio y explicó que con la aprobación de los 1,5 millón de pesos en el Presupuesto nacional “en vez de unos pocos meses de continuidad para Educ.ar”, la empresa tendrá “un año y medio”. El empresario manifestó que eso “tranquiliza muchísimo, porque parecía que el cierre era inminente” y dijo estar “muy alegre de escuchar esta noticia”.
Alegre estaba también Varsavsky en enero de 2001 cuando desembarcó en el directorio de Educ.ar –el “chiche” de Fernando “Aíto” de la Rúa– y pronosticó que por haber creado ese portal educativo “el Presidente será recordado como el Sarmiento del siglo veintiuno”. Educ.ar está hoy al borde de la quiebra y de más está decir que a De la Rúa la gente no lo recuerda de ese modo.