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Mnsterio msógno

Transcurría una tensa sesión de la comisión de Seguridad de la Legislatura. El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, había asistido para explicar la designación como jefe de la Policía Metropolitana de Jorge “Fino” Palacios. La discusión derivó a las características de los cadetes de la nueva policía. “Para tranquilidad de la legisladora (Silvia) La Ruffa, el 54 por ciento de los cadetes son mujeres”, se ufanó Montenegro. “¡Y en la jerarquía son el 15 por ciento!”, le devolvió la legisladora feminista Diana Maffía, quien le advirtió: “Su ministerio es el más misógino”. “Bueno, podríamos discutir muchos números”, reculó el ministro.

Ls Cltras

La vuelta del vicepresidente Julio Cobos al radicalismo generó varios movimientos internos dentro del partido, que rebosa de alegría al ver los niveles de popularidad que alcanza el mendocino. Pero lo que llamó la atención entre los boinas blancas fue la conformación de un club de fans del vicepresidente integrado solamente por mujeres. “Las Cleteras”, así se autodenominó el grupo que enaltece la grandeza de Julio César Cleto Cobos. Lo que aún no sabían responder sus integrantes es qué le adoran ellas al vicepresidente si las “botineras” les adoran los botines a los jugadores de fútbol.

Grp A

Aunque ya retomó su intensa actividad, el titular de la UCR, Gerardo Morales, confirmó ayer que tuvo gripe A. Luego de recibir los resultados de un laboratorio privado, el senador confirmó que el virus que lo obligó la semana pasada a mantenerse recluido en su casa de Jujuy se trató del H1N1. Así, Morales se convirtió en el primer legislador nacional en contraer la enfermedad. Cerca suyo celebraban que hasta el momento el presidente del Comité Nacional no contagió a nadie en ninguno de sus múltiples contactos con periodistas, dirigentes políticos, asesores y su propia familia.

Arsol

Pasaron las elecciones, pero la pelea continúa. Eduardo Buzzi es de los que todavía batalla, aunque se muere de miedo. El viernes, mientras se preparaba para sumarse a la mesa de Mirtha Legrand con ese look campero de camisa sin corbata y bufanda, armó el bolso para irse al interior a encontrarse con la familia y se cargó a uno de sus inseparables. No era ni Hugo Biolcati, ni Carlos Garetto ni Mario Llambías. En tiempos de vítores liberales, con Francisco de Narváez pregonando el pánico y levantando las banderas de la inseguridad, éste encontró en el presidente de la Federación Agraria a uno de sus mejores aliados porque es de los que siempre lleva consigo el tubito de un pequeño aerosol made in USA con gas pimienta.

Spnsor ofcial d PRO

En la sesión legislativa, los radicales PRO se ganaron el premio al hincha oficial del macrismo. “¡Cállense la boca!”, les gritaba cada dos por tres Oscar Zago a los familiares de las víctimas de la AMIA. Por su parte, el legislador Martín Ocampo, en vez de pedir la palabra como sus compañeros de bancada, se dedicaba a gritar desde el fondo del salón de intersecretarías. “Pero, ¡preguntá de cualquier tema! Agarrá de la historia argentina lo que quieras, ¿eh?”, le gritó al ibarrista Eduardo Epsztein, cuando le preguntó a Montenegro por su relación con el ex fiscal de la AMIA José Barbaccia, acusado de encubrimiento. “¡Ahora también somos culpables de lo que hacen nuestros amigos!”, bramó Ocampo, cuando el ministro reconoció que se veían seguido con Barbaccia.