La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento con prisión preventiva de Jorge “El Tigre” Acosta y Ricardo Cavallo, por violaciones a los derechos humanos cometidas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). El mismo tribunal también ratificó el procesamiento de otros cuatro marinos: Jorge Carlos Rádice, Juan Carlos Rolón, Alberto Eduardo González y Pablo Eduardo García Velasco, todos ellos acusados de haberse apropiado de los bienes de desaparecidos.

La sala II de la Cámara Federal rechazó el recurso de apelación presentado por las defensas y confirmó los embargos sobre los bienes de los procesados, por la suma de 8 millones de pesos cada uno. Además, los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun confirmaron las prisiones preventivas de los acusados. Se trata de la parte de la megacausa ESMA en donde se investigan los secuestros agravados de Victorio Cerutti, Omar Masera Pincolini, Horacio Mario Palma, Raúl Omar Masera Pincolini, Diego Masera Pincolini y Mariana Masera Pincolini, y la imposición de tormentos en perjuicio de María Beatriz Cerutti. Allí también se ventilaron las extorsiones sufridas por Omar Masera Pincolini, Cerutti, Palma y Hebe Serna de Palma, todos en concurso con asociación ilícita. El juez Sergio Torres estableció que estos crímenes se cometieron luego de que el empresario Conrado Gómez fuera privado de su libertad en enero de 1977.

Uno de los objetivos del “grupo de tareas” de la ESMA que participó del secuestro era “apoderarse de los bienes de la Sociedad Cerro Largo”, recuerda el fallo. Fue así como los integrantes de esa sociedad “fueron obligados a firmar “documentación espuria” para desapoderarlos de esos bienes, los cuales pasaron a manos de oficiales de la ESMA que actuaban con nombres supuestos, “nucleados bajo una apariencia societaria que denominaron Willri”. Omar Masera Pincolini y Cerutti, allegados a la sociedad, fueron secuestrados en Mendoza donde vivían y estaban ubicadas tierras de Cerro Largo, en la localidad de Chacras de Coria, mientras que Palma y su esposa fueron privados de su libertad en su casa de Hurlingham.