El ministro de Economía de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo, renunció ayer a su cargo en medio de acusaciones de corrupción y un clima político enrarecido. Según trascendió, el gobernador Daniel Peralta, que la semana pasada estuvo reunido con el ex presidente Néstor Kirchner, reemplazaría a Campillo con el actual interventor de la Caja de Servicios Sociales, Diego Robles.

Campillo había ocupado la cartera en marzo del año pasado, luego de desempeñarse en diversos roles dentro de esa dependencia desde el último gobierno provincial de Kirchner. El ahora ex ministro había sido denunciado por diputados de la UCR por violar normas contables para tomar un crédito sin autorización legislativa.

Este no sería el único cambio en el gabinete de Peralta, que debió desmentir el mes pasado, tras la derrota del oficialismo en los comicios legislativos, los rumores que anticipaban su propia renuncia al cargo. En ese entonces el gobernador era cuestionado tanto por sectores kirchneristas, que lo responsabilizaban por el magro resultado electoral, como por la oposición. El núcleo del conflicto era un proyecto que Campillo había enviado a la Legislatura para conformar un fideicomiso por casi un millón y medio de pesos para afrontar las dificultades económicas.

Ahora, el ministro renunciante está de nuevo en el ojo de la tormenta por haber ocultado un crédito que se tomó sin autorización del Parlamento provincial. Se trata de la reestructuración de la deuda de 460 millones de pesos que la provincia mantiene con el Banco Nación. “Este endeudamiento viola la Constitución provincial y las leyes de administración –denunció Omar Hallar, diputado por la UCR que forma parte de la querella–. Hubo uso indebido del crédito que no pasaron por esta Legislatura.”