El Ministerio de Trabajo decidió no extender la conciliación obligatoria en el conflicto por despidos en Kraft (ex Terrabusi) “ante la ausencia de avances en la negociación”. El ministro Carlos Tomada dijo que “ninguna de las partes ha dado un paso concreto y así se hace difícil encontrar una salida que respete los derechos de los trabajadores y la producción de la empresa”. Luego de haber sido reprimidos el lunes, los trabajadores se mantuvieron en sus puestos de trabajo de la planta de Pacheco y en estado de asamblea permanente a la espera de que la empresa decida reiniciar la producción porque, según afirmó el delegado de la comisión interna Ramón Bogado, “existe una situación de lockout patronal que empeora con el atraso en el depósito de la segunda quincena de agosto”. La empresa anuncia que persistirá en despedir a 150 operarios, varios de ellos representantes sindicales, a los que acusa de haber cometido varios delitos penales, mientras la comisión interna niega las acusaciones y exige la reincorporación de los despedidos, que el martes se manifestaron frente a la residencia de Olivos junto a sus familias. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que nuclea a decenas de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, se solidarizó “con la lucha de las y los trabajadores de la ex Terrabusi”, empresa a la que acusó de “amedrentar a los obreros y acabar con su organización sindical, además de aterrorizar a quienes durante la epidemia de gripe A exigieron condiciones de higiene”.