Los asistentes a la 13ª Conferencia de las Américas que comenzó ayer en Miami tuvieron un curso express sobre los intereses enfrentados en el conflicto del campo y el debate sobre la pobreza, cuando el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, debieron compartir un panel en el encuentro, una de las mayores citas anuales de funcionarios de gobierno y economistas líderes del continente. Tras saludarse con grandes demostraciones de simpatía por compartir el espacio, Scioli y Macri, como era de prever, dieron diagnósticos diametralmente opuestos sobre la situación del país. Macri aseguró que “el modelo argentino no existe” y apoyó los reclamos de las patronales del campo, al que describió como un “sector que hoy está muy por debajo de su oportunidad, explotando menos de la mitad de las hectáreas” disponibles, mientras que Scioli, desde la otra vereda, habló de “la reconstrucción que se está dando” en la producción agropecuaria, destinada “a producir más alimentos con valor agregado”.

El foro fue organizado por el diario The Miami Herald, la Universidad de la Florida y el Banco Mundial y convocado con el título “América latina después de la crisis”. Además de Scioli y Macri participaron del debate el director de programas para la reducción de la pobreza del Banco Mundial, Marcelo Giugale, y el canciller de Perú, José Antonio García Belaunde.

Scioli arrancó su ponencia con elogios para Macri, con quien dijo que le resultaba “un gusto compartir la mesa”. El jefe de Gobierno porteño, a su turno, no se quedó atrás y habló de “mi amigo el gobernador”. Pero a partir de allí no habría más coincidencias.

El conflicto por las retenciones cruzó varias veces a Scioli con Macri. El gobernador sostuvo que “el sector agrícola-ganadero tiene como desafío agregar valor”, planteó que el gobierno nacional “ha tomado decisiones importantes con el reintegro de las exportaciones de trigo y maíz, la baja del precio de la leche y ha abierto las exportaciones de carnes disminuyendo los encajes”. La conclusión de Scioli fue que hay una “reconstrucción que se está dando en el sector para producir más alimentos con valor agregado”.

Macri, en cambio, evaluó que “la región tiene una enorme oportunidad porque la oferta de alimentos va a seguir creciendo en los próximos años”, aunque advirtió que el sector agropecuario “hoy está muy por debajo de su oportunidad, explotando menos de la mitad de las hectáreas y exportando commodities en lugar de proteínas”.

“Que me perdone Scioli, pero no existe el modelo argentino. Chile y Brasil son los que muestran el camino en Latinoamérica”, agregó el jefe de Gobierno porteño en otro tramo de su intervención, luego de calificar como “inentendible lo que hizo el Gobierno con el sector más dinámico de la economía”.

Scioli le devolvería la crítica más tarde, al recordar cómo el debate sobre las retenciones derivó en “un conflicto político, con errores de todos lados”.

Las diferencias entre Scioli y Macri se extendieron a la política regional y el rol del Estado. El gobernador sostuvo que América latina se recuperó “defendiendo la economía real y no desde la especulación financiera”, mientras que Macri criticó las “visiones endogámicas de algunos gobiernos de la región, que así se van quedando aislados”. También reflotó el argumento de la necesidad de “abrirse a los mercados” y agregó que “nuestro país podría, en menos de una década, terminar con la pobreza, pero para ello necesita ser previsible, con reglas claras, instituciones sólidas e integrado a los mercados”. Al finalizar el debate, el gobernador y el jefe de Gobierno siguieron polemizando un rato largo aunque por separado, ante los cronistas que cubrían el evento.