EL PAíS › EN UN CONFUSO EPISODIO, LE DISPARARON A NéSTOR LEONARDO, YERNO DE FRANCO MACRI Y CUñADO DE MAURICIO

Primero pinchado y después baleado

Néstor Leonardo había declarado ayer en la causa por las pinchaduras de teléfono. Anoche, cuando llegaba a su casa junto a una sobrina, fue baleado por dos desconocidos. Quedó internado, fuera de peligro. Según las versiones fue un robo o un atentado.

 Por Irina Hauser y Raúl Kollmann

En un confuso episodio, Néstor Daniel Leonardo, yerno de Franco Macri y cuñado de Mauricio, fue atacado ayer a tiros y resultó herido en la ingle y la mano. En el juzgado de Norberto Oyarbide hablaban anoche de atentado. Señalaron que la agresión se produjo sin que mediara palabra alguna, cuando Leonardo llegaba a una de sus viviendas, en Ituzaingó. Un individuo resultó detenido –Julio César Cabrera– aunque en el juzgado no estaban seguros de que tuviera que ver con el ataque. La versión de los allegados a la jefatura de Investigaciones de la Bonaerense era distinta: “Se trató de un robo. Leonardo intentó quitarles el arma y recibió dos disparos. Está detenida una persona, con antecedentes y domicilio en La Matanza, a la que se le encontró el arma usada”. Al cierre de esta edición, Leonardo estaba fuera de peligro en el hospital San Juan de Dios, en Ramos Mejía. Mucho antes, por la mañana, el marido de Sandra Macri reiteró sus acusaciones contra los Macri y volvió a decir que lo amenazaban. Incluso su abogado, Luis Conde, relató ante el juez Oyarbide que Franco Macri le dijo que si no se alejaba de su hija le mandaría “unos chinos”.

Leonardo es una de las ocho personas que integran la lista de los espiados en forma ilegal a través de la organización descubierta hace más de un mes. El protagonista central, Ciro James, armaba causas falsas en Misiones; junto a policías de esa provincia les pedían ordenes judiciales a los magistrados de Posadas para intervenir los teléfonos y, de esa manera, concretaba las escuchas sin gastar un peso, usando el aparato del Estado. Desde el primer momento, Leonardo acusó por las escuchas a la familia del jefe de Gobierno porteño, dado que había una enorme presión para que se distanciara de la hija de Franco. Ayer mismo, Leonardo dijo en el juzgado que todo el choque con los Macri tenía como eje una dura disputa en la que –según él– el dinero era la cuestión central. Las sospechas del yerno-cuñado tienen otro fundamento: todo indica que James trabajaba a las órdenes de Jorge “Fino” Palacios y éste fue llevado y sostenido por Mauricio Macri tanto como jefe de seguridad de Boca Juniors y como titular de la Policía Metropolitana en el Gobierno de la Ciudad.

El abogado de Leonardo, Luis Conde, en un breve diálogo con este diario, afirmó que se trató de un atentado, una hipótesis que también sostenía anoche el juzgado de Oyarbide. Así describían los hechos:

- Leonardo estaba frente a una vivienda de su propiedad, en compañía de una sobrina.

- Cuando estaba a punto de cruzar la calle, se acercaron dos personas y, sin que hubiera ningún diálogo, le dispararon a Leonardo y no a su acompañante.

- El arma utilizada fue una pistola Bersa calibre 22.

Según mencionaban anoche en el entorno de Leonardo, los balazos fueron dos. Uno se incrustó en la ingle y el otro en la mano. Otras versiones indicaban que el balazo fue uno solo, que atravesó la mano y quedó en la ingle.

Para los responsables de Investigaciones de la Policía Bonaerense, en principio, se trató de un robo. Y la secuencia habría sido la siguiente:

- Leonardo estaba a punto de ingresar a la vivienda, junto a su sobrina. La casa tiene una reja y cuando se acercaba a ella fue abordado por dos delincuentes. Sería un robo al voleo.

- El yerno de Franco y cuñado de Mauricio habría intentado quitarle el arma.

- Se produjeron uno o dos disparos.

- Los supuestos delincuentes huyeron. Uno fue apresado. Sería un sujeto con antecedentes y domicilio en La Matanza.

- El fiscal de la Unidad Descentralizada de Ituzaingó calificó el delito como tentativa de robo y lesiones.

La hipótesis del atentado –señalada desde el juzgado– y la del robo –sostenida por la Bonaerense– se unifican en lo que tiene que ver con el relato de lo que sucedió después. Los atacantes habrían huido del lugar y, según un vecino, que habría visto lo ocurrido, se subieron a un colectivo. Un patrullero que recorría la zona fue advertido de lo sucedido y tras un corto rastrillaje, uno de los atacantes –Cabrera– fue sorprendido por efectivos de la Bonaerense y le encontraron un arma, calibre 22, entre sus ropas. La versión policial, orientada a sostener la hipótesis del robo, se completaba anoche con otro dato: apenas una hora después de los hechos ya se habría determinado que la pistola que supuestamente le encontraron a Cabrera fue robada en Laferrère.

Al cierre de esta edición, un fiscal estaba llegando al hospital San Juan de Dios para tomarle declaración a Leonardo. Su testimonio será clave para echar luz sobre lo ocurrido, aunque en la jefatura de Investigaciones afirmaron anoche que la calificación provisional, hasta escuchar a los testigos, fue la de tentativa de robo calificado y lesiones. En forma paralela, el juzgado de Oyarbide resolvió anoche ponerles una custodia a Leonardo y otra a su abogado, Conde.

Leonardo pasó a estar en el centro de la tormenta cuando se descubrió que también era víctima de las escuchas ilegales. Ciro James proporcionó falsos de datos de una supuesta relación de Leonardo con el crimen de un contador –un expediente que se utilizó para ordenar intervenciones telefónicas– y todo indica que con esa excusa lo espiaron en el marco de la controversia con su suegro Franco. De entrada, Leonardo sostuvo ante Oyarbide que estaba seguro de que Franco consultó a Mauricio “para violar mi intimidad”. En su declaración de ayer trató de exculpar a Mauricio, con quien dijo que se llevaba muy bien.

En la fiscalía que conduce Alberto Nisman, sin embargo, hicieron notar que la secuencia de la escucha a Leonardo es llamativa. La gestiona James, el juez misionero accede y pocos días después el espía es contratado, por seis mil pesos mensuales, en el Ministerio de Educación porteño. Y lo cierto es que no hay pruebas de cuál fue su trabajo allí. Se supone que era asesor, pero los responsables del área no pudieron aportar ni un informe que probara la actividad de James en Educación.

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Mauricio Macri y Franco Macri no se llevaban muy bien con Néstor Leonardo, el esposo de Sandra.
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