A partir de hoy, cuando se inicie el nuevo período legislativo, los últimos integrantes de lo que supo ser la Concertación Plural definirán su posicionamiento en el Congreso nacional. Algunos como Norberto Erro y Gustavo Serebrinsky regresarán a las filas de la UCR de la mano del vicepresidente Julio Cobos y otros, que no quieren saber nada con volver al radicalismo, migrarán a un interbloque con los sectores de centroizquierda que conducen Martín Sabbatella, Ariel Basteiro y Carlos Heller. En diálogo con Página/12, la titular del partido de la Concertación, la diputada Silvia Vázquez, consideró que de la Concertación “sólo quedan los gobernadores, que nunca han tenido un ánimo de construcción colectiva a nivel nacional”. En ese marco, Vázquez anticipa la conformación de un interbloque entre los sectores progresistas que mantienen cierta afinidad con el gobierno nacional y considera que es necesario “generar un armado de centroizquierda en la ciudad de Buenos Aires e irradiarlo al resto del país”.

–¿Queda algo hoy de la Concertación Plural?

–Bueno, sólo quedan los gobernadores, que nunca han tenido un ánimo de construcción colectiva a nivel nacional. Siempre han acordado cuestiones particulares respecto de sus provincias. Con lo cual no sé si no van a terminar volviendo a la UCR. La reforma política en sí misma es un repliegue de Kirchner sobre el PJ. Nosotros podíamos ser los radicales que acompañamos un proyecto heterogéneo y plural. Nunca los radicales que terciamos en la interna del PJ. No hay lugar para nosotros.

–Hay varios legisladores que ya anunciaron su vuelta al bloque radical...

–Norberto Erro y Gustavo Serebrinsky, de la provincia de Buenos Aires.

–¿Cómo analiza la actitud de los diputados de centroizquierda en la sesión preparatoria de la Cámara?

–Yo acompañé una postura del oficialismo. Sabbatella planteó que no era parte de ninguno de los dos grupos y en cambio yo fui aliada del kirchnerismo. Entiendo que en este caso no había antecedente histórico que marcara lo contrario. Me parece que el grupo de Basteiro, Sabbatella y Heller se equivocó al jugar de aliados de los sectores que son voceros de corporaciones.

–¿Se va a conformar finalmente un interbloque progresista en el Congreso?

–Con la reforma política el mapa político nos obliga a hacer acuerdos entre nosotros. Estamos conversando con Hugo Prieto y otros diputados para funcionar en interbloque con el bloque de Sabbatella, Basteiro y Heller. Veremos cuántos más podemos entrar en esto. No tenemos ningún apuro en definirlo, porque primero está la necesidad de que se ponga sobre la mesa la definición de un proyecto político más amplio. Va a ser un interbloque con figuras muy interesantes, pero hay que destruir vedetismos.

–¿Y con el grupo de Pino Solanas?

–Tengo una buena relación con Pino. También con el SI, con Carlos Raimundi. Lo hemos invitado a que sea parte de la construcción del espacio. Se puede construir algo nuevo, pero con generosidad. Hay que generar un armado de centroizquierda a nivel nacional y para eso es necesaria la ciudad de Buenos Aires. Si lo creamos podemos ser un puntapié e irradiarlo al resto del país. Llegó el momento de focalizar. Desde mi condición de radical, digo que tenemos posibilidades, pero hay que sortear la falta de solidaridad. La ciudad es de centroizquierda, por eso cuando Pino se presenta logra una adhesión importante. Esa posibilidad sigue latente y por eso decidí empezar a construir políticamente en la ciudad de Buenos Aires, porque yo soy porteña.

–Hoy jura el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi. ¿Qué le pareció su actitud luego de visitar a Kirchner en la quinta de Olivos?

–Me pareció compleja por el hecho de haber recibido el apoyo oficial de la UCR y después tener una actitud que por lo pronto es confusa. En este caso hubo una manipulación de algunos medios de comunicación que transformaron la noticia del encuentro con el Gobierno en una jugada política con otro vuelo que es complicado para Colombi hacia adelante.

–La UCR denunció que hubo coacción...

–Hay una construcción mítica creada alrededor de las supuestas coacciones. Nunca las viví ni las vi.

–¿Cómo ve una eventual candidatura de Cobos por el radicalismo?

–Hace rato la UCR definió ser vocera de las corporaciones y eso lo reflejaron en cada una de las votaciones en el Parlamento. Entonces es coherente que Cobos sea su candidato. Hay sectores progresistas en la UCR que por una cuestión de no irse del partido se quedan a pelear desde adentro. Siempre fuimos dos sectores. Pero esos sectores no son los que conducen hoy la UCR. No hay un proyecto propio.

–¿No se ve de regreso al partido?

–Volver no está en mi diccionario porque eso es regresar al pasado. Podrá haber, sí, reencuentros, si hay cosas que se modifican.