Nunca como en los últimos días el futuro del Acuerdo Cívico y Social (ACyS) corrió peligro. Aunque todos los sectores de este frente insistan en su continuidad, la escalada verbal entre dos principales referentes y precandidatos presidenciales, el vicepresidente opositor Julio Cobos y la cívica Elisa Carrió, hace que varias figuras dentro del Acuerdo den por sentado –primero en estricto off the record, pero cada vez más desembozadamente– que la alianza no llegará entera a las elecciones de 2011. Mientras tanto, la UCR intenta bajar el tono al conflicto, concentrándose en las coincidencias a nivel parlamentario y pidiéndoles a los dos contendientes “parar un poco” con el fuego cruzado. Hasta ahora, no tuvieron éxito.

Aunque la relación entre el mendocino y la chaqueña nunca fue buena, los ataques de Carrió recrudecieron tras el apoyo de Cobos a la remoción de Martín Redrado del Banco Central, primero, y luego cuando se reunió con la cúpula del partido centenario. En esa ocasión, la legisladora lo comparó con el ex presidente Fernando de la Rúa y lo acusó de ser funcional al kirchnerismo. La respuesta del vice fue rápida y furiosa: sin nombrarla, calificó a la dirigente de la CC como “oportunista” y “especuladora”.

En vano fueron los esfuerzos radicales para contener la escalada dentro del frente que en las últimas elecciones nacionales obtuvo más del 27 por ciento de los votos. El titular del bloque de senadores de la UCR, el jujeño Gerardo Morales, salió a pedirle a la diputada “parar un poco” con las acusaciones y le propuso definir la pulseada en internas abiertas. Carrió ya había asegurado, desde hace más de un año, que no enfrentaría en internas a Julio Cobos, ni acompañaría una fórmula que lo incluya. Sin embargo, en diálogo con Página/12, su compañera de bancada Patricia Bullrich se mostró confiada en que “va a haber muchos cambios desde acá hasta que se decidan las candidaturas y va a haber una tendencia que lleve al ACyS al lugar correcto”.

El cálculo entre los cívicos es que la tensión que sufre Julio Cobos en su doble rol de miembro del Gobierno y opositor terminará desgastándolo, allanándoles el camino para alinear a todo el ACyS tras la figura de Carrió. “Cobos fue parte del oficialismo y por eso no tiene entidad para liderar la oposición –le explicó a este diario un allegado a la titular de la CC–. Al apoyar la remoción de Redrado, mostró su relación oscilante con el kirchnerismo.” La estrategia es clara: aparecer como la alternativa de oposición más intransigente. Así, confían, ante una caída en la imagen del vice, se posicionarían como la opción a seguir. En palabras de Bullrich: “El debate sobre qué lugar tiene que ocupar el vicepresidente y sobre qué es la oposición, ya empieza a generalizarse. Ahí la CC está muy bien ubicada”, analizó.

Además, cuentan con que un grupo de radicales mira con desconfianza al hijo pródigo que regresó tras su aventura kirchnerista. La UCR aparece alineada detrás de Cobos porque lo ven como la mejor posibilidad en el mapa electoral, pero todavía no le perdonan su pase a las filas oficialistas, y ante una caída en la imagen del mendocino la diáspora podría ser masiva. Para trabajar en ese sentido se reunieron la semana pasada Horacio Piemonte, uno de los dirigentes de más confianza de Carrió, con el titular del Comité Provincia del radicalismo, Daniel Salvador, representante de los grupos que impulsan la precandidatura de Ricardo Alfonsín. “La idea es afianzar el ACyS para no caer en falsas propuestas que pueden confundir a la gente”, explicó a este diario alguien que estuvo en el encuentro.

En lo único que parecen coincidir todos es en la importancia de mantener los acuerdos a nivel parlamentario. El viernes, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, resaltó que la disputa entre el vicepresidente y la diputada es “absolutamente secundaria” y pidió “no hablar más” del asunto. “Como presidente de la UCR tengo interés en profundizar las coincidencias”, aseguró. Uno de sus colaboradores más cercanos le aseguró a Página/12: “Tenemos reglas de juego claras de acá a 2011, cuando habrá internas. El acuerdo seguirá como tiene que seguir y Carrió tendrá que hacer lo que deba hacer”.

Los socialistas y el GEN de Margarita Stolbizer también intentan defender el acuerdo que tienen en el Congreso, lo poco que queda del naufragio. Aunque el titular del Partido Socialista, el senador Rubén Giustiniani, reconoció a través de un comunicado que la situación del ACyS “está complicada”, pidió a sus socios políticos “demostrar con el trabajo parlamentario que es posible un acuerdo para la constitución de un frente programático y progresista”. De todas formas, desde el socialismo aclaran que ese partido “no está adentro” de la alianza. “Aunque siempre fuimos acompañando los frentes que se hicieron, tenemos un bloque propio”, resaltaron allegados a Giustiniani.

En tanto, Stolbizer reconoció que ya existe “una fractura” entre la UCR y la CC, aunque aclaró que eso no debe poner en riesgo la unidad parlamentaria. Su compañero en el GEN Horacio Alcuaz concedió que si bien “hay una escalada de dichos que no ayuda, las discusiones no representan lo que pasa por debajo en el ACyS, que a nivel de base funciona perfectamente”. El diputado insistió en que “es una cuestión de candidaturas y nada más” y aseveró que “no hay diferencias políticas importantes”. De todas formas, tanto socialistas como sectores del GEN estuvieron coqueteando con el bloque de centroizquierda conformado alrededor de Proyecto Sur y la figura de Pino Solanas.

En medio de tantos desencuentros, sólo una cosa pudo volver a unir a Carrió y a Cobos: la iniciativa oficialista de modificar la Ley de Acefalía para recortar las atribuciones del vicepresidente en caso de ausencia de un mandatario por viaje. La propuesta, que surgió de la diputada kirchnerista Diana Conti, propone que las facultades del vice en caso de ausencia temporaria no sean las mismas que cuando debe reemplazar de forma definitiva al presidente, en caso de renuncia, muerte o destitución. Ante este proyecto, la titular de la CC salió a defender (aunque fuese indirectamente, a través de su investidura) al mendocino. “Acá todo el mundo quiere violar la Constitución –denunció Carrió–. Los poderes del vicepresidente, cuando no está la presidenta, son los del presidente.”

Informe: Nicolás Lantos.