EL PAíS › “LA GENTE EN ESTADOS UNIDOS TIENE MIEDO”, SEÑALO NOAM CHOMSKY

“El miedo busca líderes poderosos”

En entrevista con Página/12, el intelectual norteamericano Noam Chomsky subrayó que “los norteamericanos somos quienes cometemos agresiones bélicas, no quienes las sufrimos” y advirtió que sería un grave error para los Estados Unidos bombardear Irán. Señaló que pese a todo se puede ver un despertar del pensamiento crítico

 Por Eduardo Tagliaferro

En un mundo en el que los intelectuales mudan de paradigmas con mayor frecuencia que de vestimenta, la fidelidad de Noam Chomsky a valores como la Justicia, la Igualdad, la Paz, lo convierte en uno de los pocos referentes con autoridad para llamar la atención de la humanidad. La paz es una de sus obsesiones y no la circunscribe a la ausencia de guerras, también entiende por paz la justa distribución de la riqueza. Por vivir en las entrañas del poder, cada una de sus opiniones lograron sacudir a sus compatriotas y fue seguido con atención en el resto de los países. En el Foro Social Mundial todos quieren entrevistarlo, él privilegiará a los líderes de movimientos campesinos y de trabajadores. También a unos pocos medios, entre ellos a Página/12. Sentado en unos enormes y acolchados sillones, responde pacientemente a las preguntas de este diario y a las del sociólogo argentino, Atilio Borón, quien además de compartir esta entrevista, por estos días se transformó en uno de los privilegiados interlocutores de Chomsky en Porto Alegre.
–Usted vaticinó que luego de los atentados del 11 de setiembre, lo peor de la reacción de los ricos y poderosos está por venir. ¿Qué escenario avizora?
–Esto es peor de lo que parece. Después de los atentados cada uno de los dictadores, represores y asesinos reclamados en el mundo tiene una nueva oportunidad para incrementar su represión y sus planes autoritarios. No sólo las personas ricas y poderosas de los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros lugares pueden percibir la oportunidad de avanzar en políticas erróneas. En este momento muchos magnates lo están haciendo. Es muy peligroso para los intereses de los Estados Unidos hablar de bombardear Irán. Es necesario deponer las armas en lugar de aumentar la agresión.
–¿La opinión pública norteamericana sigue reclamando venganza por los atentados?
–Es muy complicado hablar de la opinión pública. La gente está asustada y yo también. Este es un nuevo evento en la historia. Es la primera vez en la historia que Europa y Norteamérica están sufriendo las consecuencias de lo que ellos hacen en el mundo. Nosotros somos quienes cometemos las acciones bélicas, no quienes las sufrimos. Muchas veces con el objetivo de desestabilizar algunas regiones. Incluso queda en evidencia algo que estuvo oculto durante mucho tiempo. Y nosotros podemos leerlo en los diarios después del 11 de setiembre. En las largas crónicas que le dedicaron al hecho. A pesar de las tecnologías dedicadas a la defensa, para pequeños grupos es posible llevar a cabo enormes devastaciones sin ser detectados. Olvidemos el 11 de setiembre y miremos el ántrax. Eso fue pequeño, pero quien quiera que lo haya realizado estaba probablemente dando un mensaje. Estaba diciendo “nosotros podemos hacerlo en gran escala también”. Podemos enviarlo por millares. En los Estados Unidos este tema aparece como cotidiano. El FBI no puede encontrar a los autores y no tiene ninguna información sobre quiénes cometieron los atentados con ántrax. Eso es paranoia doméstica, terrorismo doméstico. Están mostrando lo fácil que sería hacer una gran matanza.
–¿Y qué se puede esperar de una sociedad con miedo?
–Cuando la reacción que domina es el miedo, se produce un nivel superficial de apoyo a las autoridades. Si uno está asustado, quiere un líder poderoso que lo proteja. No se puede pensar más allá. El presidente (George W. Bush) parece estar diciendo ayúdennos a salvar la Nación. Aunque también se destacan la disidencia y las protestas. En algunos casos se percibe avidez por encontrar nuevas respuestas. Parte de eso se puede ver comparando el número de gente que estuvo aquí el año pasado y éste. En los Estados Unidos las ventas de los libros críticos ha aumentado.Incluso, debido a la demanda de algunos de ellos, se están reimprimiendo libros de los años 80.
–Cómo se refleja este fenómeno en los medios?
–Yo soy uno de los pocos que tiene la posibilidad de hablar en los medios y fuera de ellos, dado que la avidez ha crecido. Mi discurso interesa a algunos sectores. A las organizaciones que están aquí por ejemplo. Pero en los medios hay un esfuerzo casi desesperado para tratar de convencer a la gente de que no hay alternativas. Se busca que quienes estén tentados a participar de las protestas se sientan solos y locos.
–¿La crisis argentina además del fracaso del neoliberalismo puede marcar el comienzo del fin de los organismos de crédito internacional?
–Yo diría que sí, pero no es el primer caso. Debemos recordar el colapso de la economía mexicana. Principalmente después de haber adherido al ALCA. Podemos encontrar otros casos. En realidad el escándalo Enron es uno de los casos más grandes de defraudación financiera y es sólo uno de varios. Los Estados Unidos bloquearon el intento de las Naciones Unidas de ayudar a países en desarrollo. El monto era tan pequeño que la actitud es patética. Bush dijo que tienen que hacer eso porque los países del tercer mundo deben terminar con la corrupción. En verdad, deben hacerlo, pero lo que pasó con Enron no fue producto de corrupción. Quiero decir que la gente que está implementando esas políticas lo está haciendo bien. ¿En qué sentido han fallado? Es la población la que piensa que han fallado. Muchos han perdido sus ahorros con Enron.
–¿Qué posibilidad hay de qué los países pobres se apropien de la tecnología?
–Puede suceder. Uno de los elementos principales de las instituciones que organizan el sistema de comercio mundial es que tratan de lograr que la tecnología quede en poder de las compañías internacionales. Ellos monopolizan y controlan la tecnología. Sin embargo, hay un movimiento popular fuerte de cooperación entre los pobres. Una cooperación Sur-Sur. En ese movimiento se destacan Brasil y la India, dos países grandes. Pocos saben en Porto Alegre que en India hay estados que son similares a Porto Alegre. Tienen fuertes partidos comunistas, similares al PT. Ellos deberían estar cooperando entre sí. Pero no se conocen. Incluso dentro de Latinoamérica la comunicación se hace con la intermediación de países europeos. Es probable que haya una fluida comunicación entre Argentina y Francia, pero no tanta entre Argentina y Uruguay. No es tan malo esto, puede cambiarse. De hecho está cambiando. Brasil, Sudáfrica y otros países se están dando cuenta de que están en la misma lucha.

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Noam Chomsky, un pensador norteamericano en Porto Alegre.
“Intentan convencer a la gente de que no hay alternativa.”
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