La presidenta Cristina Fernández vinculó a la oposición con una corporación empresaria, al realizar declaraciones durante una recorrida por la Planta Potabilizadora de Aysa, en el Paraná de las Palmas (partido bonaerense de Tigre). Allí aseguró que no recuerda “desde la Década Infame que se haya defendido tanto y con tanta vehemencia el interés de una empresa privada desde la política para quedar bien con sus patrones”. Además, le reclamó al Grupo A en el Congreso que trate el proyecto de ley que declara como una industria “de interés público” la producción de papel para diarios. “Si no les gusta el proyecto de ley, que hagan otro. Pueden hacer otro proyecto o cambiar el que enviamos, pero es hora de que abandonen las excusas y las coartadas y se pongan los pantalones largos”, los intimó.

La Presidenta se mostró acompañada por el gobernador Daniel Scioli y el intendente local, Sergio Massa, que parece haber vuelto al círculo kirchnerista y le dedicó palabras elogiosas a la gestión nacional. Cristina Fernández cuestionó la postura de gran parte de la oposición en la disputa entre el gobierno nacional y las corporaciones mediáticas. “Nunca vi que se defendiera tanto el interés de una empresa privada desde la política como hoy –se lamentó–. No creo que lo hagan para salir en un programa de televisión o en una foto de un diario: es poco premio.”

Además, defendió el proyecto de ley que envió a la Cámara de Diputados para considerar la producción de papel para prensa “de interés público” y se mostró abierta a que se discutan modificaciones en el texto. “Si no les gusta, pueden hacer otro o cambiar el que enviamos”, sugirió, antes de pedirles a los opositores que “dejen las excusas y las coartadas”. Luego insistió en que el único fin que persigue esa norma es “el interés público”, y se quejó de que “hay algunos que se oponían aun sin conocer este proyecto”. Y siguió: “Es una oposición que se opone a todo, aun sin saber, se opone a todo, pero pese a eso seguimos avanzando porque al país le está yendo bien pese a todo y pese a los palos en la rueda que le han puesto a este gobierno”.

Como ejemplo, aseguró que el suyo “es el primer gobierno al que se le niegan las facultades, mal llamadas delegadas, porque les son propias”, algo que no le hicieron “ni al de Alfonsín, ni al de Duhalde, ni al de De la Rúa, ni al de Kirchner”, y sostuvo que, en ese sentido, los legisladores opositores “se equivocan porque están personalizando demasiado” el debate. “Por eso le pido a la gente que reflexione, porque no creo que hayan votado para que el Congreso se dedique a oponerse por oponerse solamente”, agregó.

Sobre la planta de agua potable que recorrían comentó que “se trata de la obra más importante de los últimos 50 años”, porque “permitirá que millones de argentinos tengan agua potable” y argumentó que “no hay planes de salud si no hay agua potable, hospitales, educación y seguridad, que son los instrumentos que mejoran la calidad de vida”. Antes había entregado computadoras a alumnos de escuelas públicas de la zona, algo que “tiene que ver con cubrir la brecha de desigualdad” en el país.

“Cuando los papás no puedan comprarles la computadora a sus hijos, entonces es el Estado el que va a cubrir eso que falta”, explicó. “Son medidas apuntadas a seguir quebrando la desigualdad y dar a la sociedad más equidad y más oportunidades iguales para todos –completó–. De eso se trata la labor del Estado. Nos han metido en la cabeza que el Estado es algo malo, ineficiente, que no sirve, pero hoy gracias al Estado, no a un gobierno, tienen una computadora para progresar y capacitarse. No pierdan esa oportunidad.”