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En sintonías diferentes, dos ministros del gobierno nacional discreparon sobre el proyecto contra las salideras bancarias al que la Cámara de Diputados le dio media sanción el miércoles por unanimidad. El titular de la cartera de Interior, Florencio Randazzo, le dio la “bienvenida” a la iniciativa que propone “medidas mínimas de seguridad bancaria”. En cambio, para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el proyecto es “horrible” y cuestionó la eficacia de las leyes sobre seguridad. Por su parte, el gobernador bonaerense Daniel Scioli también defendió la medida y criticó a quienes “hacen una utilización política” de episodios como el ataque sufrido por Carolina Píparo en un banco de La Plata. La cívica Patricia Bullrich no dudó en salir al cruce de las declaraciones de Fernández: “Cuando la oposición toma decisiones correctas para la sociedad, el Gobierno inmediatamente intenta minimizarlas”.

“La intención de los legisladores con una ley que se ha votado por unanimidad ha sido dificultar las posibilidades que tengan los delincuentes para una operatoria, como es la salidera bancaria, que ha traído tantos dolores de cabeza”, sostuvo Randazzo ayer por la mañana en declaraciones radiales. Casi a la misma hora pero por otro punto de dial, Fernández consideró que el proyecto es “horrible y no dice absolutamente nada”.

Claro que el jefe de Gabinete de ministros también dio sus argumentos. “Insisto en que se habla mucho de lo que no se sabe y se cree que las cosas se resuelven por magia. Lo escuché a (Francisco) De Narváez decir hoy que ‘tenemos que avanzar en la gestación de leyes’. ¿Desde cuándo una ley morigera un delito?”, sostuvo Fernández para luego defender la tarea del Gobierno ante los cuestionamientos opositores: “Desde 2005 venimos trabajando. Participan de esas reuniones las tres entidades que comprenden a los bancos, el Banco Central y los sindicatos. Acá no hay nadie que pueda decir que no hay vocación de resolverlo porque están (involucrados) todos los actores”, cerró.

Aunque Randazzo también se sumó a las advertencias que surgieron desde todos los bloques políticos al proyecto durante el debate en Diputados: “No va a resolver la cuestión de fondo, ya que no existen soluciones mágicas respecto del tema de los hechos delictivos”. El ministro de Interior tampoco esquivó las responsabilidades del Gobierno: “Sabemos, sí, que hay que trabajar, seguir prestigiando la fuerza policial, incorporar tecnología, mejorar los servicios penitenciarios y aplicar la ley a secas, ni mano dura ni mano blanda, la ley a secas, y además llevar adelante políticas de inclusión”, sostuvo.

“Aquí lo único horrible es la política de seguridad del Gobierno: la que llevó Aníbal Fernández cuando era ministro de Justicia y Seguridad y la que lleva el ministro Julio Alak, que son políticas de mantener el status quo”, aseveró Bullrich para replicar al jefe de Gabinete. La diputada de la CC tampoco la pasó bien durante el debate en la Cámara baja, cuando el jefe de la bancada oficialista Agustín Rossi le recordó su paso como parte de los responsables de la seguridad durante el gobierno de la Alianza, donde fue secretaria de política penitenciaria.