A Mauricio Macri parece que no le alcanzó la luna de miel que se tomó hace apenas dos meses, tras su casamiento con Juliana Awada: en su agenda figura ahora una semana de descanso en el sur en febrero. En el gobierno porteño no confirmaron oficialmente la semana de relax patagónico del líder del PRO, aunque el jefe de la Legislatura, Oscar Moscariello, ya regresó a la ciudad advertido de que podría tener que asumir interinamente la Jefatura de Gobierno en los próximos días. Ante la inminente partida de Macri en viaje de placer, desde todo el arco opositor salieron a cuestionar su “falta de apego al trabajo”.

Después de instalar mediáticamente que privilegiará su candidatura presidencial y de abrir la disputa entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta por su sucesión al frente del Gobierno de la Ciudad, Macri decidió que necesita un descanso. La fecha de su nueva salida de placer sería entre el 8 y el 15 de febrero, y el destino probable, un tour por la Patagonia.

Moscariello ya está de regreso en Buenos Aires y dispuesto a asumir el reemplazo de Macri en la Jefatura de Gobierno porteño, aunque dijo a Página/12 que las vacaciones del jefe de gobierno “todavía no están confirmadas”. En Bolívar 1 tampoco confirmaron el viaje del líder PRO, aunque sus colaboradores ya fueron notificados de que estará ausente por unos días. Ante la novedad, algunos pocos funcionarios de la gestión macrista se animaron a cuestionar en voz baja y estricto off de record la oportunidad de la decisión de Macri, quien tras su casamiento, a fines de noviembre, se fue de luna de miel.

Los opositores porteños no tardaron en criticar el “record de licencias” que lleva Mauricio desde que está al frente del Gobierno de la Ciudad. “Macri es la máxima expresión de la vagancia y la ignorancia política”, arrancó el jefe del bloque de legisladores de Proyecto Sur, Fabio Basteiro, ante la consulta de este diario. “Ya lo había demostrado como diputado –continuó Basteiro– donde el poco tiempo que estuvo se ubicó tercero en el ranking de ausencias y sin presentar un solo proyecto. ¿Por qué iba a cambiar como jefe de Gobierno? Mientras tanto, desde la usina de Durán Barba se genera el slogan de un trabajo cotidiano que Macri no puede demostrar. Es que el ladrón se cree que todos son de su misma condición”.

El malhumor de Basteiro obedece a la bronca por el hecho de que Macri se tome un nuevo descanso y desde su gestión se acuse de “vagos” y “piqueteros del escenario” a los trabajadores del Teatro Colón.

“Macri es consecuente con su cansancio de gobernar la ciudad de Buenos Aires y busca mayor cantidad de tiempo ocioso en lugar de atender los problemas acuciantes que tienen los porteños en vivienda, educación y salud”, sintetizó el legislador kirchnerista Juan Cabandié.

Marcelo Parrilli se lo tomó con humor. “Nunca fue su fuerte, si es que tiene alguno, su dedicación al trabajo. Pero hay que verle su costado positivo: que no trabaje no es malo porque nunca trabaja para la gente y los ciudadanos porteños, siempre lo ha hecho a favor de los grandes grupos económicos concentrados y con los recursos públicos. Que Macri no trabaje es un hecho para festejar más que para lamentar”, aseguró a este diario el legislador del MST. Luego Parrilli agregó en su Twitter: “León Trotsky, la revolución permanente. Mauricio Macri, la vacación permanente”.

“La sensación que tengo, como mucha gente, es que Macri se ha tomado toda la gestión de gobierno de la ciudad como si fueran unas vacaciones. Mientras los temas importantes de los porteños, como seguridad y vivienda, siguen sin resolverse. No es una buena señal que otra vez se tome un descanso”, señaló la diputada nacional y precandidata radical a la jefatura de la Ciudad Silvana Giúdici.

“Pero lo que me indigna más –agregó Giúdici– es que se vaya sin fijar el cronograma electoral y definiciones sobre la elección en las comunas, que es para junio. Me parece que es una falta de respeto a la gente que lo votó para trabajar y no para que viva de vacaciones.”