EL PAíS
Alfonsín reclamó que el Gobierno se abstenga de votar contra Cuba
El ex presidente y senador bonaerense presentó un proyecto de resolución para que el Gobierno no vote contra Cuba en las Naciones Unidas por el tema de los derechos humanos. El canciller lo había afirmado y luego Duhalde lo relativizó.
Por Diego Schurman
No podía estar ajeno. Raúl Alfonsín volvió a asomarse en la discusión por la postura argentina en la ONU. Y lo hizo para reclamarle a Eduardo Duhalde que se abstenga de votar contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. “Resulta contradictorio y hasta insostenible condenar el bloqueo al tiempo que se apoya la resolución que se expresa como argumento público para justificarlo”, señaló el senador.
Alfonsín hizo conocer su reclamo a través de un proyecto de resolución presentado en la Cámara alta. Pero el senador ya le había manifestado su inquietud al Presidente. Lo hizo en persona, preocupado por las declaraciones de Martín Redrado, integrante de la cancillería, dando por hecho el voto argentino contra Cuba, algo que el propio Duhalde se encargó luego de relativizar.
“El voto contra Cuba en materia de derechos humanos es uno de los ejemplos más evidentes de la manipulación discriminatoria de la política de cooperación internacional en este aspecto”, expresó Alfonsín.
Hace un año, el senador radical había mantenido un fuerte contrapunto con Fernando de la Rúa por el mismo tema. Si bien nunca habló de relaciones carnales, el entonces presidente aliancista mantuvo la misma línea que su antecesor, Carlos Menem. Y votó contra Cuba.
Cuando De la Rúa fijó posición, Alfonsín dijo, con muestras de enojo: “Yo soy el presidente del partido y me acabo de enterar”. Una vez producida la votación, De la Rúa no anduvo con ambages. “Lo hecho, bien hecho está. La cuestión de principios para un gobierno es el respeto de los derechos humanos, que de eso se trata y nada más”.
No le salió gratis. Amén de las críticas por dentro y fuera de la coalición, La Habana decidió retirar a su embajador del país. Y el canciller cubano calificó de “lamebotas” al gobierno delarruista.
Hace algunas semanas, en el entorno de Ruckauf se dieron muestras de que Argentina no modificará su política exterior, al menos en su relación con Cuba. En su reciente viaje a los Estados Unidos, el canciller había dicho que había “coincidencias” de ambos países sobre “los problemas de los derechos humanos”. “Esto incluye una sanción a la única dictadura de América latina y trabajar para que el pueblo cubano sea libre”, precisó luego Redrado, secretario de Relaciones Económicas Internacionales y asistente a la reunión que Ruckauf mantuvo con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.
El último lunes, Duhalde relativizó la postura de la Cancillería, aunque no la rechazó. “Yo no he votado todavía” dijo al ser consultado por los periodistas. Aunque, en esa misma entrevista, aseguró. “Coincido que en Cuba no se respetan los derechos humanos en el sentido que tenemos los argentinos de derechos humanos”.
En la Casa Rosada justifican el posicionamiento internacional en la necesidad de conseguir ayuda financiera para afrontar la crisis. Aunque, con solo reparar en los antecedentes, Duhalde constatará que no existen reaseguros: De la Rúa tuvo que abandonar el gobierno sin conseguir destrabar los fondos prometidos en Washington.
“Votar contra Cuba no garantiza nada en la relación con Estados Unidos y, en cambio, sí produce grandes costos. El mejor camino sería la abstención”, señaló a Página/12 un estrecho colaborador de Alfonsín.
El proyecto de resolución del senador tiene un valor simbólico. Podría forzar su tratamiento en el recinto para alcanzar una declaración conjunta del Senado, generando un factor de presión hacia el Ejecutivo. De todos modos siempre será Duhalde el que tenga la última palabra.