La Presidenta con el gobernador Hermes Binner y Raúl Colombetti, de SanCor Seguros.
Imagen: DyN.

La presidenta Cristina Fernández destacó ayer la importancia de haber “reconstruido un país incendiado” y convocó a sindicalistas y empresarios a entablar “una discusión seria” para sostener “la rentabilidad, la inclusión social y la movilidad social ascendente”. Durante un acto en Sunchales, secundada por los gobernadores de Santa Fe, Hermes Binner, y de Río Negro, Miguel Saiz, la mandataria explicó que la situación económica no es producto “ni de viento de cola, ni de magia ni de suerte”, ya que “suerte tienen los vagos y resultados concretos tienen los que creen y trabajan todos los días para lograrlo”. También reclamó el “esfuerzo de sindicalistas y dirigentes para incorporar a los que todavía no se incorporaron” al sistema y consideró que para una justa distribución del ingreso “hay que sentarse a discutir seriamente, para entender que las dos cosas van de la mano: rentabilidad y productividad”.

La Presidenta encabezó la inauguración de un edificio de la empresa SanCor Seguros en Sunchales y del reconstruido edificio de la Universidad de Rosario, que se incendió en julio de 2003, con cuyas autoridades habló vía teleconferencia. La acompañaron también el presidente del grupo SanCor Seguros, Raúl Colombetti; el ministro de Economía, Amado Boudou; el diputado Agustín Rossi, el ex canciller Rafael Bielsa y representantes de movimientos sociales.

La reconstrucción de la Universidad de Rosario “es algo más que una obra pública”, evaluó CFK, y la relacionó con “el valor simbólico de reconstruir un país que se nos había incendiado”. “No podemos echarles la culpa a los de afuera de lo que nos pasó, algo tuvimos que ver”, sostuvo. Luego pidió “poner manos a la obra” y señaló que “hoy se ha reconstruido ese país incendiado” y por esa razón “se puede inaugurar este tipo de edificios”. Sobre el inmueble de SanCor Seguros señaló que no se trata sólo de “un edificio corporativo hermosamente diseñado”, sino que “es también un edificio del crecimiento del modelo argentino de la esperanza y de la fe en que las cosas se pueden hacer cuando todos ponen esfuerzo”.

La Presidenta consideró que “la inversión privada muestra la confianza en el país” y que “nadie invierte 32 millones de dólares en un edificio corporativo si no piensa que el país va a seguir en esta senda de crecimiento y generación de trabajo”. La Argentina “debe seguir en ese rumbo, sabiendo que nadie va a hacer por nosotros mismos lo que nosotros no seamos capaces de hacer”, agregó, y confesó su convicción de que “el gran desafío de todos los argentinos y en especial de la Presidenta es ver cómo institucionalizamos esto que nadie discute y que es la necesidad de que Argentina siga ampliando la diversificación de ese nuevo modelo de acumulación”. El país “ha apostado a ser parte de la región” bajo la premisa de que “los países ricos no te quieren de amigo” sino “de semiesclavo”.