Mientras la oposición en Diputados espera sin mucha expectativa la presencia de la ministra de Seguridad, Nilda Garré –está citada hoy para un plenario de comisiones–, para que explique la actuación de su cartera frente al bloqueo gremial que impidió el domingo la distribución del diario Clarín, los senadores opositores llevarán al recinto del Senado el repudio a la protesta que –según afirman– “atentó contra la libertad de expresión”. El Frente para la Victoria se plegará al “rechazo de la metodología del bloqueo”, pero también reivindicará la política gubernamental de no reprimir las protestas sociales y reclamará que las empresas respeten “el pleno ejercicio de la libertad sindical”.

El debate en el Senado sobre el bloqueo gremial a la planta distribuidora de Clarín y La Nación se abrió ayer por la tarde en la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, que preside la lilita María Eugenia Estenssoro. Allí, la propuesta opositora fue invitar al secretario de Comunicación, Juan Manuel Abal Medina, para que acuda, en dos semanas, a la próxima reunión de la comisión para que explique la posición del Gobierno frente al piquete.

El otro punto fue el intento de consensuar una declaración conjunta de la Cámara alta de repudio al bloqueo. El representante kirchnerista en la comisión, Guillermo Jenefes –dueño de varios medios de comunicación en Jujuy–, afirmó que su bloque acompañaría ambas propuestas.

Pero las diferencias aparecieron en la reunión de Labor Parlamentaria, donde se definían los temas que el Senado abordaría en la sesión de hoy. El bloque K llevó una propuesta de tres puntos.

El primero expresa el “rechazo a la metodología de bloqueo que impidió la normal distribución de un medio de comunicación gráfico, así como también cualquier otro método de protesta que afecte la libre circulación de los medios de comunicación”. El segundo ratifica la política del Gobierno de “no reprimir, sino buscar soluciones sobre la base del diálogo, frente a conflictos gremiales o sociales”. “Que las empresas resuelvan los conflictos laborales y garanticen los derechos de los trabajadores y el pleno ejercicio de la libertad sindical”, reza el tercero.

Pero la oposición rechazó la propuesta. “Nadie puede estar de acuerdo en reprimir las protestas sociales, ni en contra de la libertad sindical en democracia. Por eso creemos que la propuesta oficial se excedía. Finalmente, acordamos una declaración conjunta de repudio al bloqueo, en la segunda vez que el Senado se pronuncia unánimemente en hechos contra la libertad de expresión. La otra fue el repudio a los carteles y afiches contra periodistas”, dijo a Página/12 la senadora cordobesa Norma Morandini.

“De ninguna manera”, replicaron desde el bloque kirchnerista en torno del supuesto “consenso” sobre un solo punto. “Para nosotros los tres puntos son importantes e indivisibles”, remarcaron ante este diario. “Que expliquen ellos por qué no quieren debatir el tercer punto”, arriesgaron otros. Un debate picante que abrirá la sesión de hoy, donde no hay otros temas que enfrenten tan duramente a oficialistas y opositores.

La espera

Los diputados opositores, en cambio, no tienen demasiada esperanza de poder pedirle explicaciones a Garré sobre la actuación de la Policía Federal ante el bloqueo, porque la ministra no contestó la invitación que los legisladores resolvieron y giraron el lunes por la tarde. Aunque tampoco esquivarán el escenario que les ofrecerá el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Libertad de Expresión para volver a cargar contra el Gobierno, por lo que consideran una actitud permisiva frente a la protesta contra los diarios.

La oposición también dividirá expectativas entre el plenario de comisiones y la sesión especial que finalmente lograron unificar para las 13, después de presentar temarios casi calcados y en tres horarios diferentes en medio de sospechas mutuas.

El temario opositor se unificó alrededor de dos proyectos: la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias que grava a los trabajadores en relación de dependencia y la regulación de la publicidad oficial. Pero el fantasma del quórum propio volvió a sobrevolar las ambiciones del conglomerado opositor, en medio de raid proselitistas de la mayoría de sus legisladores. Los conteos se dividían. La CC fue la única que se comprometió a sentar a todos sus diputados en el recinto. Desde la UCR afirmaban que ya habían garantizado la presencia de al menos 141 diputados, apenas dos más de los necesarios para sesionar. Aunque desde otros bloques reconocían que “estamos justos” y preferían no arriesgar pronósticos. En tanto, el oficialismo prepara su propia tropa, para bajar al recinto si los opositores logran abrir la sesión especial.