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Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe

Carlos Reutemann volvió a proclamarse “neutral” en la pelea peronista por el poder. Dijo que no apoyará a Carlos Menem –al menos en público– pero no descartó represalias a los no alineados con Eduardo Duhalde. “Puede ser que algunos gobernadores sufran aprietes por no ir con un determinado candidato”, disparó el Lole sin nombrar a Néstor Kirchner. “Si empezamos apretando así, pobre país. Si una persona no deja que la democracia juegue libremente como tiene que jugar, empezamos mal. El reloj andará más rápido para ese candidato, si es que gana.” Reutemann advirtió también el costo de suprimir la interna y marchar a las elecciones del 27 de abril con tres aspirantes a la Casa Rosada sin que ninguno pueda levantar los símbolos partidarios. “Que el PJ vaya a una elección sin un candidato justicialista me parece una cosa fuera de lo común. Para el justicialismo no ir con la sigla partidaria me parece una cosa inédita, insólita, que quedará en la historia”, concluyó.
“¿Es cierto que el menemismo lo tentó para una cuarta fórmula junto con el gobernador de La Pampa?”, le preguntaron. Reutemann lo desmintió. “No he tenido ninguna conversación con el gobernador (Rubén) Marín, ni nadie me ofreció integrar una cuarta fórmula. No he tenido ninguna conversación con nadie”, insistió el santafesino.
–Pero en su momento, Alberto Hammerly, presidente de la Cámara de Diputados y uno de sus hombres de confianza, admitió que había existido el ofrecimiento.
–La última vez que hablé con Marín fue a raíz de una carta que mandó hace seis o siete meses. Después no volví a hablar más.
A la hora de hablar de apoyos, Reutemann dijo que “un candidato que vino a Santa Fe dijo que no necesitaba apoyo de nadie, me parece lo más razonable”. Era otra referencia a Kirchner.
Reutemann reservó su peor malhumor a la manera en que se resolvió la interna de su partido. “Que el justicialismo no tenga candidato es inédito en la política argentina”, dijo. “Que el PJ vaya a una elección sin un candidato justicialista me parece una cosa fuera de lo común, que no se puede admitir. Da la impresión de que será así. No lo comparto. Políticamente, no ir con la sigla partidaria me parece una cosa inédita, insólita, que quedará para la historia. Por lo negativo, lógico. El justicialismo siempre resolvió sus conflictos limpiamente con la interna. Fue un error no hacerla. Hubo un sector fuerte del gobierno que miraba el bochorno del radicalismo, un verdadero zafarrancho, y alguien dijo: ‘Nos puede pasar exactamente lo mismo’. Y trataron de obviar una cosa que en el justicialismo era muy importante.”
–Usted se declaró prescindente. ¿Tiene algún temor de que le puedan cobrar esta actitud?
–Puede haber movimientos en áreas del gobierno central y que algunos gobernadores sufran aprietes por no ir con un determinado candidato. Bueno, si ésa es la posición de uno de los candidatos, si empezamos apretando así, pobre país. Si una persona no deja que la democracia juegue libremente como tiene que jugar, empezamos mal. Si esto se produce desde el gobierno central hacia gobernadores que no se alinean empezamos muy mal. El reloj andará más rápido para ese candidato, si es que gana.