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Las versiones, operaciones y rumores sobre el compañero de fórmula de Néstor Kirchner terminaron en la medianoche de ayer con una definición: es Daniel Scioli, y no Roberto Lavagna, el político con más posibilidades de acompañar como candidato a vice al gobernador de Santa Cruz.
Scioli no estaba aún oficializado por Kirchner, pero su ascenso hacia la fórmula parecía asegurado por contraste.
–Néstor se enojó mucho con la operación para mostrarlo como un tipo al que Duhalde le pone el acompañante, y por eso se apuró con Scioli –dijo un kirchnerista que pidió reserva de su nombre.
Los partidarios de Kirchner suponían ayer que los rumores sobre la candidatura de Lavagna a vice ofrecida presuntamente por el Presidente y no por el gobernador de Santa Cruz habían sido lanzados por Carlos Ruckauf.
Los frepasistas que acompañan a Kirchner tuvieron una señal propia de que el antiguo menemista y actual secretario de Turismo de Eduardo Duhalde estaba ascendiendo en las preferencias del candidato por una frase de éste en la tarde de ayer:
–Vamos a tener que vencer todos los sectarismos, vamos a tener que ser amplios. Tenemos que ser muy heterodoxos. Hoy desarmé una operación que me había montado Ruckauf y en las próximas horas va a haber novedades –dijo a las seis de la tarde.
Pedir amplitud a políticos que lo apoyan desde la izquierda suponía, ciertamente, que las novedades vendrían desde la derecha.
El ex motonauta Daniel Scioli llegó a la política de la mano de Menem, igual que el ex piloto Carlos Reutemann y el cantautor Palito Ortega.
De ningún modo renegó de Menem, pero en los últimos tiempos prefirió situarse a sí mismo como un peronista pragmático, sobre todo para buscar una plataforma de lanzamiento. Fue primero secretario de Turismo de Adolfo Rodríguez Saá y después de Duhalde, justo cuando la devaluación impidió la estampida de los argentinos a Miami y a Brasil y estimuló la llegada de extranjeros entusiasmados por bifes de chorizo a dos o tres dólares.
–Los candidatos más firmes eran Lavagna y Scioli –dijo anoche a Página/12 un ministro del gabinete nacional.
Y agregó:
–Lavagna acaba de caerse.
Sin embargo, Scioli eligió en sus escasas conversaciones del día mostrarse apegado a la pelea interna del peronismo porteño, donde jugará hoy.
Un dirigente peronista del distrito aseguró haberle escuchado esta frase:
–¿Le sirve a un tipo que vive criticando a Menem poner a otro que empezó en la política con Menem?
Scioli también habría dicho que su objetivo es competir en la Capital Federal contra Aníbal Ibarra.
Con este panorama, las posibilidades eran dos:
- La primera, que la fórmula ya estuviera acordada entre Kirchner y Scioli y solo faltara el anuncio público.
- La segunda, que Kirchner hubiera decidido impulsar a Scioli y aún no hubiera cerrado el asunto con él.
El día que Duhalde, en Olivos, le anunció a Kirchner que el peronismo bonaerense lo apoyaría, le sugirió tres nombres para vice: su esposa Chiche, el misionero Ramón Puerta y el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. Kirchner descartó a la primera por el apellido (sonaría demasiado oficialista), al segundo por ultraliberal y al tercero porque ya no le veía ninguna chance real. De inmediato dio sus tres nombres: el intendente de La Plata Julio Alak, el de La Matanza Alberto Balestrini y el de Scioli.
Más cerca en el tiempo, los rumores sobre los posibles candidatos a vice crecieron en los últimos días al calor de algunas encuestas que muestran un repunte de la intención de voto para Kirchner. Y estallaron ayer, enuna marea de versiones y contraversiones, porque el Presidente viajó a Pinamar para pasar el fin de semana al sol, descansando en su casa de la calle Burriquetas, y el ministro de Economía también fue a la costa, a una casa en Cariló.
Un alto funcionario afirmó a comienzos de la tarde que Duhalde le habría ofrecido a Lavagna secundar a Kirchner, y que el ministro habría rechazado el pedido con el argumento de que su prioridad es seguir trabajando para consolidar el rumbo económico.
La fuente recordó que fue el Presidente el primero en pensar en el titular de Economía como posible compañero de fórmula: no sólo por la imagen de serenidad que aportaría Lavagna, sino porque implicaría un reconocimiento a su gestión de Duhalde por parte de Kirchner. Y porque sería, además, un límite fuerte a cualquier intento de diferenciación del gobernador.
Duhalde, sin embargo, había descartado el rumor un rato antes. El Presidente dedicó la mañana a pescar pejerreyes en la Laguna La Salada, ubicada a pocos kilómetros de Pinamar. Distendido, vestido con un camisa celeste y bermudas, aseguró a la agencia oficial Telam que no tenía previsto formular ninguna oferta.
“No va a haber ninguna reunión con Lavagna, estoy descansando y él también”, señaló. Aunque la desmentida podría tratarse en realidad de un intento por cuidar las formas, por no aparecer decidiendo en nombre del gobernador, lo cierto es que el Presidente fue terminante. Cuando lo consultaron por el compañero de fórmula de Kirchner, explicó: “Ese es un tema de Kirchner, creo que ya tiene poco tiempo para anunciarlo. Ya lo tiene decidido, pero yo no lo sé”. Y, cuando le mencionaron las alternativas, agregó: “La decisión es de Kirchner”.
Un importante funcionario del Gobierno sostuvo que, tal como dijo Duhalde, el ofrecimiento nunca se produjo. Atribuyó la versión anterior a algunos funcionarios oficiales que buscarían desgastar al ministro de Economía. Y añadió un dato: dijo que Kirchner ya tenía decidido el nombre, que no era Lavagna y que lo anunciaría el martes. Entre los posibles candidatos figuraban el ministro de Justicia, Juan José Alvarez, y Scioli.
Los voceros de Lavagna explicaron que la prioridad del ministro pasa por asegurar una buena transición y que su capital político podría pulverizarse en una elección presidencial. Aunque no cerraron del todo la puerta, dejaron en claro que el titular de Hacienda no tiene muchas ganas de sumarse a la campaña.
Los dirigentes cercanos a Kirchner aseguraron ayer que habían caído muy mal las versiones sobre el ofrecimiento. “Es otra operación del Gobierno”, se quejaban cerca del gobernador, que ayer encabezó un acto en el Hotel Intercontinental junto a los integrantes de Confluencia Argentina, un grupo de dirigentes no justicialistas –Eduardo Sigal, Rafael Bielsa, Juan González Gaviola, el ex juez Eduardo Duhalde, entre otros– que respalda a Kirchner.
Hasta ayer, la idea de Kirchner era anunciar el candidato a vice cuando tuviera unos puntos más de ventaja en las encuestas. “Venimos creciendo, pero todavía no nos despegamos del todo”, explicaban cerca del gobernador. Y agregaban un dato: ayer, en el Intercontinental, Kirchner mostró a algunos de sus colaboradores una encuesta que le otorgaba cuatro puntos de ventaja respecto de Menem, que aparecía en segundo lugar. “Me faltan un par de puntos más”, dijo Kirchner.