“No tenemos urgencia en saber si se nos reconoce o no como querellantes; la urgencia son las indagatorias, el procesamiento y la prisión preventiva para los responsables, para deslindarnos de toda esta situación y poder seguir con el trabajo.” Así se lo dijo ayer a Página/12 el abogado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Eduardo Barcesat. Hebe de Bonafini, contó el abogado, espera que el juez la convoque pero, sobre todo, espera que la Justicia indague a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, que los procese y ordene las prisiones preventivas, si lo considera necesario.

Durante el día de ayer, Barcesat reconoció que Hebe y las Madres de la Asociación debían haber hecho alguna auditoría sobre los fondos de la Fundación, que administraron los hermanos Schoklender. “Esta es la parte que falló del proyecto”, dijo el abogado, convencido, sin embargo, de que en realidad no lo hicieron porque no había principio de sospecha. “Por ese vínculo materno-filial que tenía Hebe (con Sergio Schoklender), se derivó en una falta de control porque las Madres podrían haber puesto una auditoría externa y no lo hicieron.” Pero, como dijo el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni –subrayó Barcesat–, “es un error, no es un delito; es un error en todo caso no haber controlado bien”.

La falta de control de la que habló Barcesat es de un tipo: control interno, pero no externo. Los controles externos los hacía el Estado nacional; pero, según Barcesat, en esa línea no podrían haber aparecido los desvíos de fondos, porque el Estado pedía certificaciones de obras de viviendas sociales y con ellas la Fundación siempre cumplió. El control interno es el que les hubiese permitido, en cambio, advertir cómo Schoklender desviaba los fondos, una esfera a la que los controles del Estado no alcanzaban porque pertenecen al espacio privado de una fundación.

En ese sentido, en la Asociación ahora aguardan el ingreso del equipo de la Auditoría General de la Nación, que no sólo analizará las relaciones de la Fundación con el Estado sino que –en este contexto– también hará la investigación hacia adentro. “Esperamos ver cuáles son los mecanismos con los que se desviaron los fondos”, dijo Barcesat.