EL PAíS
La Corte tomó otro atajo para hacer esperar a Bravo
Cuando parecía que la Corte se iba a pronunciar a favor del socialista Alfredo Bravo en la disputa por la banca de senador porteño que mantiene con Gustavo Beliz, decidió pedirle opinión a Maqueda.
Por Irina Hauser
Parecía que la pelea entre Alfredo Bravo y Gustavo Beliz por una banca en el Senado iba a llegar a su fin. Después de más de un año de indefiniciones, increíblemente los conjueces de la Corte Suprema designados para resolver la cuestión –en reemplazo de los supremos, que se excusaron– estaban reunidos ayer a la mañana. Pero otra vez entró en juego el efecto Juan Carlos Maqueda: dilatar decisiones. En pleno encuentro de los magistrados suplentes alguien advirtió que el ex senador cordobés debería intervenir ya que, a diferencia de los demás miembros del alto tribunal, su nombramiento como cortesano impulsado por el presidente Eduardo Duhalde fue posterior a las recusaciones contra sus pares.
“Esto es claramente una operación política para evitar que Bravo se incorpore al Senado”, dijo ayer el abogado y ex juez Juan Ramos Padilla, que representa al ahora diputado. “La lista de conjueces ya estaba aprobada, no se explica esto, es para demorar todo. Vamos a hacer presentaciones en los próximos días, seguramente a nivel internacional”, anunció. Los conjueces volverán a reunirse el 1º de abril, según acordaron ayer. Hasta entonces las partes tendrán tiempo de plantear objeciones.
Bravo y Beliz disputan la tercera banca de senador por la Ciudad de Buenos Aires. El entredicho comenzó inmediatamente después de las elecciones del 14 de octubre de 2001, en las que el socialista obtuvo 2511 votos más que el ex ministro del Interior menemista. Este último cuestionó los comicios por entender que no era legítimo que Bravo hubiera sumado los votos que obtuvo a través de dos listas distintas, la del ARI y la del partido Nuevo Espacio, de Juan Carlos Dante Gullo.
El tema llegó a la Corte cuando el socialista cuestionó la decisión de la Cámara Electoral, que lo daba por perdedor señalando el artículo 54 de la Constitución Nacional que habla de partido ganador mas no de candidato. A su vez, recusó a todos los jueces del alto tribunal a quienes él mismo cuestionaba por entonces en el juicio político que se sustanciaba en la Cámara de Diputados. Todos los supremos, salvo Maqueda que ingresó a la Corte recién el 30 de diciembre, aceptaron excusarse y por eso intervienen conjueces, sorteados entre presidentes de cámara de todo el país. Varios de ellos habían viajado ayer especialmente dispuestos a fallar y todo parecía indicar que había una mayoría proclive a seguir el dictamen del Procurador General de la Nación, Nicolás Becerra, quien objetó el fallo de los camaristas y recordó que una resolución anterior a las elecciones avalaba que Bravo sumara los votos de dos listas.
Los conjueces que conforman el máximo tribunal para este caso puntual son: Guillermo Pablo Galli, Eduardo Javier Vocos Conesa, Juan Carlos Poclava Lafuente, Ana María Capulupo de Durañona y Vedia, Antonio Pacilio, Mirta Delia Tyden de Skanata, Ricardo Emilio Planes y Santiago Kiernan. La novena era la fallecida Luisa Riva Aramayo. El problema es que Kiernan se jubiló y en la reunión de ayer varios de los magistrados suplentes llegaron a la conclusión de que Maqueda –el hombre que logró varias veces frenar la redolarización– debería participar en la confección del fallo. En la Corte, varios funcionarios comentaron sus sospechas de que la presencia del cordobés en este asunto tendería a beneficiar a Beliz, un amigo personal de Néstor Kirchner, el candidato del Presidente.