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“Pongo al señor vicepresidente a cargo de la Presidencia del Senado de la Nación y de esta Asamblea Legislativa.” Esas serán las últimas palabras que pronunciará, este sábado, Julio Cobos en su condición de vicepresidente. Será inmediatamente después de que Cristina Fernández y Amado Boudou presten el juramento que establece la Constitución nacional. Tal como acordaron, Cobos utilizará el mismo esquema protocolar de 2007, cuando su cargo lo ostentaba Daniel Scioli. Pero a diferencia de aquel momento, en el que el actual gobernador bonaerense se quedó entre los invitados a presenciar el acto, el mendocino partirá raudamente rumbo a su provincia natal. “Me voy de la función pública, sin fueros, con el mismo patrimonio y con las mismas convicciones”, les aseguró Cobos a los suyos en una cena de despedida organizada el martes.

La presidenta Cristina Fernández se encargó la semana pasada de terminar con el sinfín de especulaciones abierto respecto de la participación del vicepresidente opositor en el acto. A través de una carta del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el Gobierno informó que “el ingeniero Julio César Cleto Cobos procederá como presidente del Senado a tomar juramento a la presidenta reelecta y al vicepresidente, licenciado Amado Boudou”. Se desestimaron así las declaraciones de los diputados Carlos Kunkel, Diana Conti, Edgardo Depetris y del propio ministro de Economía, Amado Boudou, entre otros kirchneristas que le reclamaron públicamente a Cobos que diera un paso al costado y se abstuviera de participar. “Me gustaría no tener nada que ver con Cobos, ni tenerlo cerca, con todo lo que ha hecho y todo lo está haciendo en los últimos días”, había dicho Boudou, días antes de la decisión de CFK.

En el cronograma oficial de la reunión figura que la Asamblea se iniciará a las 11 con el arribo de legisladores, jefes de Estados extranjeros, diplomáticos e invitados especiales al Congreso y media hora después lo hará Cobos al recinto de la Cámara de Diputados. En los cinco minutos siguientes se izará la bandera, se designará a los legisladores de las comisiones que recibirán a la Presidenta reelecta a su arribo al Parlamento y enseguida la Asamblea pasará a cuarto intermedio hasta el arribo a las 12 de los nuevos mandatarios.

“Es lo que acordaron y así se va a hacer. Scioli hizo lo mismo”, relataron en el entorno de Cobos. El consenso se alcanzó luego de varias reuniones de los responsables de Ceremonial y Protocolo de Casa Rosada y del Senado. Cobos estará entonces en la Asamblea Legislativa y no le leerá a Cristina Fernández la formalidad del juramento para que la jefa de Estado conteste, como sucede con los senadores o los diputados. La “invitará” a jurar. En 2007, luego de esas palabras, la Presidenta leyó lo siguiente: “Yo, Cristina Fernández de Kirchner, juro por Dios, la Patria y sobre los Santos Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidenta de la Nación y observar y hacer observar fielmente la Constitución de la Nación Argentina. Si así no lo hiciere, que Dios y la Patria me lo demanden”.

Al principio, se había especulado con la posibilidad de que Cobos le tomara juramento a Boudou y éste, a su vez, a la Presidenta. “Sin presidente no hay vicepresidente”, respondieron desde el despacho de Cobos para aclarar que no corresponde alterar el orden establecido. La única diferencia, reconocen, es que luego de las juras y del traspaso de mando, Cobos no se quedará en el Congreso. En 2007, en cambio, Scioli pasó a ocupar un lugar entre los invitados especiales.

Respecto de la posibilidad de recibir algún abucheo, insultos o silbidos, en el entorno de Cobos repitieron sus palabras del lunes: “Estamos dispuestos a sobrellevar cualquier situación incómoda o lo que sea”. “El le pidió a su gente que si van a la Asamblea sean respetuosos con la Presidenta”, relataron sus colaboradores, que participaron de la cena en el mítico restaurante radical Lalín, donde unos 70 comensales compartieron los últimos minutos de su vicepresidencia. Estuvieron, entre otros, el ex senador Rodolfo Terragno, el titular de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen, y el constitucionalista Félix Loñ.