Dirigentes de todos los partidos de la oposición pusieron ayer el grito en el cielo tras conocerse que en un encuentro del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires se habló de una posible reforma constitucional. “La sociedad no ve con buenos ojos las pretensiones de perpetuidad en mayor cantidad de tiempo, tratando de cambiar la ley”, sostuvo el diputado radical Ricardo Alfonsín. El ex gobernador de Santa Fe Hermes Binner sostuvo que “no es éticamente saludable” una reforma en función de “su beneficio personal”, mientras que desde el PRO, Federico Pinedo sostuvo que el Frente para la Victoria “tiene una tendencia permanente a no respetar la Constitución”.

La UCR, el PRO, el socialismo y el GEN rechazaron el eventual proyecto para modificar la Constitución nacional, que volvió a salir a la luz tras el encuentro que encabezó el vicepresidente Amado Boudou en Mar del Plata. Una de las más duras fue Margarita Stolbizer, quien señaló que “no hay Cristina eterna, ni monarquía kristinista. Las argentinas y argentinos tenemos demasiados problemas sin respuestas como para tolerar una aventura reformista con la sola idea de la perpetuidad”. El senador radical Ernesto Sanz advirtió que la reforma no pretende resolver un problema de la Argentina “sino un ‘problemón’ sólo del kirchnerismo: la sucesión de la Presidenta dentro de cuatro años”.