La mayoría de los gobernadores coincidieron en calificar de “cuestión de Estado” la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y la producción de petróleo en sus discursos de apertura de sesiones ordinarias legislativas, entre varios puntos referidos a la política local de cada distrito. Todos, salvo el correntino y radical, Ricardo Colombi, expresaron su “apoyo incondicional” a la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El gobernador de La Rioja, el kirchnerista Luis Beder Herrera, criticó a los grupos que “demonizaron” la minería a cielo abierto y destacó el apoyo de la Presidenta a esa actividad que tiene a “los trabajadores más sacrificados de la industria”. El rionegrino Alberto Weretilneck prometió impulsar la minería metalífera “con licencia social” en el territorio que gobierna tras el fallecimiento del ex gobernador Carlos Soria. El formoseño Gildo Insfrán (foto) resaltó el superávit financiero de más de 19 millones de pesos que tuvo la provincia durante su cuarto gobierno. El tucumano José Alperovich advirtió que ante las crisis mundiales “la economía probablemente no crecerá con el ritmo con que lo venía haciendo”. En Santa Cruz, Daniel Peralta, se asumió como “único responsable” de la crisis económica provincial, aseguró que no aspira a “ningún cargo político institucional más” y acusó a la empresa YPF por “falta de inversión”. Jorge Sapag, gobernador de Neuquén, consideró “una cuestión de Estado” la explotación de los hidrocarburos al sostener que “requieren la máxima atención e inversión pública”. El radical Colombi se quejó ante la Asamblea Legislativa correntina de la distribución de la inversión pública federal que “no responde a criterios objetivos”. También inauguraron los parlamentos locales Jorge Capitanich, en Chaco; Fabiana Ríos, en Tierra del Fuego, y Oscar Jorge, en La Pampa.