El titular de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, lo requirió hace poco menos de una semana y hoy se reunirá el consejo directivo de la entidad para definir los reclamos que elevarán al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Desde las 15, la cúpula cegetista que responde al camionero –ayer definido por el secretario de Derechos Humanos de esa entidad, Julio Piumato, como “el Messi de la CGT”– sesionará en la sede sindical de la calle Azopardo 802, donde ratificarán sus exigencias, “el reparto de fondos de las obras sociales, el aumento del mínimo no imponible para Ganancias y el 82 por ciento móvil para los jubilados”, entre otras demandas, según confirmaron fuentes de la central. La convocatoria a la reunión del consejo directivo fue realizada la semana pasada, durante un almuerzo que Moyano compartió en el quincho de la CGT con representantes de más de 85 gremios que respaldan su continuidad al frente de la central obrera, de cara a las elecciones internas de mitad de año.

Un amplio sector del moyanismo pide “apurar los trámites” en busca de alguna salida a la indiferencia del Gobierno ante los reclamos de la CGT. “El reparto de los fondos de las obras sociales y el aumento del mínimo no imponible” (en ese orden) son los puntos que más preocupan a los sindicalistas, según informó una fuente sindical. Estos dos reclamos son comunes a todos los sectores en que está dividida la CGT e incluso entre quienes militan en el sector opositor de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).

En ese marco, Piumato advirtió que “el (Lionel) Messi” de la central obrera, Moyano, es víctima de una “caza de brujas” desde el “poder”, por las causas judiciales en las que está involucrado. El secretario de Derechos Humanos de la CGT aseguró desconocer los motivos de la ruptura con el Gobierno. “No sé qué pasó, quizás un giro en la percepción y en los objetivos; (pero) en lo personal no pasa, sería muy ingenuo pensar que hay cosas personales, no se rifa un país por cosas personales, (son) cosas más profundas, un cambio de rumbo”, estimó el dirigente de los empleados judiciales.