Con la publicación de su postulación en el Boletín Oficial, y de sus antecedentes laborales y académicos en la página web del Ministerio de Justicia, el Gobierno puso en marcha el proceso para la designación de Alejandra Gils Carbó como procuradora general de la Nación. Ahora queda abierto un plazo de quince días para la presentación de adhesiones u objeciones a la postulación de la actual fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial de la Capital Federal, tras lo cual la Comisión de Acuerdos del Senado convocará a una audiencia pública donde Gils Carbó defenderá su candidatura a jefa de los fiscales nacionales y federales, que luego deberá ser avalada en una sesión de la Cámara alta con el respaldo de dos tercios de los senadores presentes. A diferencia de la resistencia que obtuvo la postulación del renunciante candidato Daniel Reposo, Gils Carbó cosechó hasta ahora elogios de legisladores oficialistas y opositores, y de referentes de distintos ámbitos institucionales.

De esta manera quedó abierto el procedimiento de selección para el cargo de procurador, similar al de la designación de jueces de la Corte Suprema, establecido por los decretos 222 y 588 de Néstor Kirchner en 2003, a través del cual se dispuso el sistema de adhesiones e impugnaciones previas a una audiencia pública donde el candidato defenderá su postulación. Con la publicación de los antecedentes laborales y académicos de Gils Carbó comienza el primer paso: durante el plazo de quince días, los ciudadanos en general, organizaciones no gubernamentales, colegios y asociaciones profesionales, entidades académicas y de derechos humanos podrán presentar por escrito, y de modo fundado y documentado, las posturas y observaciones respecto de los datos incluidos en el proceso de preselección de la candidata a la Procuración.

“El Ministerio Público es parte de la administración de la Justicia, que debe ser independiente no sólo del poder político sino de los poderes fácticos; el juego democrático de los poderes debe permitir que se controlen entre sí”, afirmó Gils Carbó en una entrevista exclusiva publicada este domingo último en Página/12. En el mismo sentido, la candidata del Poder Ejecutivo añadió que consideraba que “ni este gobierno ni ningún otro quiera que sus funcionarios estén libres de todo control, porque el funcionario y quienes están por encima son quienes deben dar la cara”.

Gils Carbó se recibió de abogada en la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1981, ingresó al Poder Judicial en 1987 como secretaria del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 8 y dos años después pasó a desempeñarse como prosecretaria letrada de la Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. En el Ministerio Público ocupó diversos cargos y funciones como, por ejemplo, secretaria de la Fiscalía General ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, representante del Ministerio Público ante la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, corredactora del decreto reglamentario de la Ley de Protección de Datos Personales y fiscal general adjunta de la Procuración General de la Nación.

“Es una candidata de lujo. Yo trabajé con ella y puedo decir que es una funcionaria muy responsable y capaz”, opinó al conocer su postulación el diputado de la UCR y ex titular de la Oficina Anticorrupción Manuel Garrido, quien en cambio se había opuesto tenazmente a la designación de Reposo.

Ayer, Gils Carbó recibió el apoyo de su pares. “La nueva candidata es un lujo para todos los fiscales” y “es una mujer independiente, sumamente aplicada en sus dictámenes, que son muy fundados en el Derecho y con amplios conocimientos; es muy estudiosa”, dijo la fiscal Mónica Cuñarro en declaraciones radiales, al tiempo que recordó que la Asociación de Magistrados respaldó la postulación de Gils Carbó por “su independencia interna, su idoneidad y capacidad”. “Será acompañada por nosotros (los fiscales) en todas las etapas por las que tenga que transitar”, señaló Cuñarro como muestra de adhesión.