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Con el objetivo de “consolidar el armado político” y “crecer en términos cualitativos”, la Juventud Peronista Descamisados llevará a cabo hoy y mañana su quinto campamento regional bonaerense de formación política, del que participarán alrededor de 400 jóvenes militantes de secundarios, universidades y de territorio, según anticiparon a Página/12 los organizadores. “El objetivo es construir ámbitos para formar cuadros y discutir de qué forma podemos aportar al proyecto que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, explica Juan Miguel Gómez, referente del espacio. Durante 48 horas, se discutirán varios ejes de debate político, con la participación del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el viceministro de Desarrollo, Carlos Castagneto, y el diputado y secretario General de La Cámpora, Andrés Larroque, entre otros. “Hay un cambio en el rol que tenemos que cumplir como generación”, sentencia Gómez, consultado por este diario acerca de los desafíos que se plantearán en el predio de Ezeiza.

–¿En qué consiste este “cambio en el rol” de la juventud?

–Hubo una primera etapa que tuvo que ver con romper el discurso hegemónico, con instalar en la calle un actor nuevo con capacidad de movilización, con romper con la idea de que a la juventud no le interesaba lo que pasa en el país y que el kirchnerismo era un proceso en retirada. Hoy el desafío es mayor porque debemos consolidar el armado político, lo que nos obliga a generar estas instancias de participación política para no sólo crecer en número sino también en términos cualitativos. Estos jóvenes que se acercaron a la política hoy están teniendo la responsabilidad de conducir y de afianzarse como cuadros tanto en términos de gestión como de organización popular.

–Después del acto de Vélez, se habló de afianzar el nivel de organicidad de los distintos espacios que componen el kirchnerismo... ¿se avanzó en ese sentido?

–La consigna de Vélez será uno de los ejes de discusión del campamento: pensar el “Unidos, organizados y solidarios”, la línea estratégica que marcó la Presidenta. Es un trabajo cotidiano dificultoso pero es el único que puede garantizar que nunca se pueda volver atrás con las conquistas conseguidas en estos nueve años. La unidad y la organización no se declaman sino que se construyen día a día, y sin duda la juventud va a tener un rol preponderante en esa tarea. Para resistir los embates del poder económico, que no está dispuesto a resignar privilegios, es necesario organizarse.

–¿Qué objetivos tienen para este fin de semana?

–Que se genere un buen ámbito donde pensar el rol histórico de este proceso, pensar de dónde viene este proceso político, cuál es su línea de continuidad histórica, formarnos en esa identidad, pensar cuál es nuestro rol como militantes, y pensar cuál es el rol de la militancia joven, ese valor extra que tiene de poder interpretar la visión estratégica de nuestra Presidenta y, como decía Néstor Kirchner, correr la barrera de lo conquistable para generar consenso a partir de las conquistas.