La reunión de la cúpula de la UCR Capital, encabezada por Ricardo Gil Lavedra, con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, generó descontento tanto en el radicalismo porteño como en dirigentes nacionales. El más duro fue el senador Eugenio “Nito” Artaza, que calificó como “okupas” a las autoridades radicales porteñas y les reclamó que convoquen a elecciones para definir una nueva conducción tras la salida de Carlos Más Vélez, hace unos meses. “Hay que dejarse de jorobar con coquetear con Macri”, le dijo Artaza a Página/12. Más Vélez, alejado de la presidencia del Comité, sostuvo que no hubiera acompañado la decisión de pedir la reunión con Macri. El bonaerense Leopoldo Moreau consideró directamente que “solidarizarse con Macri es poner al radicalismo en un espacio conservador, prejuicioso y tilingo”.

La comitiva radical intentó revestir la visita con un carácter institucional, aclarando que no se realizaría ningún acuerdo electoral y que solamente se debatirían cuestiones vinculadas a la gestión de la ciudad. Sin embargo, la reunión con el jefe de Gobierno no estuvo exenta de intencionalidad política de ambas partes. Mauricio Macri viene desarrollando una estrategia para acercarse a dirigentes radicales que lo apoyen y le den sustento territorial para su candidatura a presidente en 2015. En ese contexto, hoy se verá con José Manuel de la Sota en Córdoba y en San Salvador de Jujuy con el intendente radical de esa ciudad, Raúl “Chuli” Jorge.

Por el lado radical, los impulsores y organizadores de la reunión, Ricardo Gil Lavedra y Facundo Suárez Lastra, tienen su mira puesta en las elecciones de 2013, en la que el primero quiere presentarse como candidato a senador y el segundo a diputado nacional o legislador. Hubo intentos y reuniones para frenar el encuentro, pero no lograron convencer a Gil Lavedra de que diera marcha atrás.

Según fuentes que concurrieron a la Jefatura de Gobierno, el cónclave no fue todo lo bueno que se publicitó. El radicalismo le hizo varias recriminaciones a Macri, no sólo en su rol de jefe de Gobierno sino como líder de una fuerza política. Emiliano Yacobitti, secretario general del Comité Capital, le enrostró a líder del PRO que hacía lo mismo que el kirchnerismo al buscar cooptar dirigentes radicales.

“No tiene sentido encarar ningún diálogo formal con el PRO, ya que el propio Macri auspicia el desguace del radicalismo mediante la utilización de prebendas para captar dirigentes barriales”, sentenció ayer el dirigente porteño Diego Barovero.

“No debemos volver a cometer este tipo de errores. Ya tenemos que empezar a trabajar por una línea progresista en la ciudad, buscando otros caminos más afines a la UCR. Es cierto que estamos en dificultades en la Capital, pero esto nos perjudica más, como ya nos pasó con Francisco de Narváez”, advirtió Artaza, ex dirigente porteño y actual senador por Corrientes. Las críticas de Artaza fueron compartidas también por Leandro Illia, hijo del ex presidente, quien ya se anotó en la disputa por un lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales.

Moreau y Suárez Lastra se cruzaron ayer por medio de la red social Twitter. El bonaerense le dijo que pedirle una reunión a Macri para acercarle propuestas era “premiar la ineficiencia para gestionar” y “contribuir a la victimización” del jefe de Gobierno. “La victimización es una debilidad de Macri. Error radical sería la indiferencia frente a las agresiones de CFK a la ciudad”, retrucó Suárez Lastra.

“En todo caso, lo que habría que haber hecho es una presentación pública del plan que tenemos para que la ciudad se haga cargo del subte y si a Macri le hubiera interesado, podía convocarnos a una reunión para que se la acerquemos”, sostuvo Más Vélez.

Otros actores del radicalismo porteño también rechazaron el encuentro, pero prefirieron no exponer las diferencias. Se esperan días de fuerte debate interno en el radicalismo de la Ciudad.