La oposición continúa intentando encontrar una respuesta al reclamo del jueves pasado. Mientras el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, intentó criticar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero no pudo evitar que parte de los manifestantes le contestaran por “no hacerse cargo” también del reclamo. La diputada cercana al PRO Patricia Bullrich insistió con “la unidad de la oposición”, acotando que se lo habían solicitado “en la movilización”. Otros que intentaron subirse al reclamo fueron el ex ministro Roberto Lavagna y el dirigente de la Federación Agraria Argentina Eduardo Buzzi, quien especuló con que la manifestación “marcó un borde” al proyecto del gobierno nacional.

El jefe de Gobierno porteño continúa con su intento de presentarse como un político capaz de encauzar el reclamo que expusieron sectores de las clases medias y altas el jueves pasado. Haciéndose eco de titulares tergiversados sobre dichos de la Presidenta, Macri publicó en su muro de la red social Facebook una foto del Obelisco en el pico de asistencia de la movilización del 8N, bajo un texto en el que preguntaba: “¿Así que el jueves lo más importante fue el congreso del Partido Comunista chino?” A pesar de su intento de encabezar el reclamo, los mismos visitantes de su página le dejaron en claro que no tendrá una tarea fácil. Un comerciante lo acusó de “vago” y otro le recordó que “cuando se inundó la ciudad” él estaba “sacándose una foto con los carapintadas de Kiss”. “La protesta fue y es legítima, pero Macri no capitalices. Vos dónde estabas con las inundaciones, la basura, etc., etc..., con Kiss. La protesta legitima a muchos argentinos, pero humildemente creo que no va para tu lado”, le advirtió otra ciudadana que mostró su enojo por la ambición del jefe de Gobierno de la ciudad.

El mismo entusiasmo del macrismo lo demostró también la diputada Bullrich. “Toda la gente que se paró a hablar conmigo durante la marcha me dijo: ‘Unanse’”, señaló la titular de Unión por Todos que desde la página de su partido facilitó carteles y merchandising gratuito para los manifestantes. Integrante de un monobloque después de su ruptura con la Coalición Cívica, Bullrich mantiene un fuerte acercamiento a las huestes del jefe de Gobierno. El PRO fue uno de los partidos que mayor impulso aportó para la campaña en las redes sociales que convocaban a la protesta.

Por otro lado, el dirigente de la FAA Buzzi aseguró que “muchos productores fuimos parte de la protesta, algunos de manera más anónima, otros de manera más activa”, y destacó las movilizaciones en la localidad santafesina de Rufino y en las bonaerenses de Pergamino y Coronel Pringles. Buzzi, que en esta semana ratificará su acercamiento con el camionero Hugo Moyano y se sumará al paro del 20 de noviembre que el cegetista realizará junto a la CTA de Pablo Micheli, alertó que el cacerolazo “marcó un borde” al rumbo político asumido por la Presidenta, al insistir con que expresó un “rechazo a la gestión, al autoritarismo” y a la “soberbia” que le achaca al kirchnerismo.

Otro que salió al ruedo después de la manifestación fue el ex ministro de Economía Roberto Lavagna. El Gobierno “perdió el sentido de la realidad”, señaló el dirigente que suele reaparecer cada vez que se acerca un año electoral, y advirtió, siguiendo la línea argumentativa del macrismo, que “basta ver la reacción de la Presidenta al hablar del Partido Comunista chino como el hecho relevante del 8 de noviembre. Muestra un extremo alejamiento de la realidad”.