La segunda parte de la declaración de Juan Carlos “Gallego” Fernández, uno de los dirigentes de la Unión Ferroviaria acusado de instigar el asesinato del militante Mariano Ferreyra hace poco más de dos años; la inspección ocular de los lugares en los que ocurrieron ese asesinato; y las heridas graves de otros integrantes del Partido Obrero y las escuchas que comprometen a casi todo el resto de los imputados por esos delitos son los tres elementos que protagonizan el retorno de las audiencias del juicio que analiza esos hechos, que el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21 de la Ciudad de Buenos Aires retomará mañana.

El debate judicial por lo ocurrido el 20 de octubre de 2010 en las inmediaciones de la estación de trenes de Avellaneda, donde un grupo de trabajadores y ex trabajadores tercerizados de la ex línea de trenes Roca y militantes de partidos de izquierda fue perseguido y atacado por una patota de empleados ferroviarios y barrabravas, había entrado en el receso a fines de diciembre de 2012. Sin embargo, la urgencia por alcanzar a un veredicto, con el comienzo a fines de noviembre del tercer juicio por la megacausa ESMA y el del Plan Cóndor por empezar en febrero como telón de fondo, acortó el período de vacaciones y las audiencias se retomarán esta semana. Las jornadas preestablecidas tendrán lugar mañana, el miércoles y el viernes; cesarán durante los últimos días de enero y volverán a comenzar el 4 de febrero.

Para la interrupción de las audiencias, y después de cuatro meses de juicio, la etapa de pruebas testimoniales en el juicio por el asesinato de Ferreyra y las graves heridas ocasionadas a los militantes Elsa Rodríguez, Ariel Pintos y Nelson Aguirre había llegado a su fin. La atención, durante las últimas jornadas, la acaparó el conjunto de acusados, que en su mayoría hasta entonces se había mantenido en silencio.

A la versión de los hechos que había ofrecido el guardabarrera Guillermo Uño, acusado de ser uno de los eslabones de la cadena de manos que escondió las armas con las que presuntamente la patota atacó a los tercerizados, se sumaron las últimas semanas de audiencias de 2012 las de Salvador Pipito, señalado como uno de los ferroviarios que amenazó a los integrantes del móvil del canal de noticias C5N, y del Gallego Fernández. Tal como se esperaba, los tres negaron los cargos que sobre ellos pesan y no aportaron datos de relevancia.

La expectativa más fuerte radica en la declaración del dirigente de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, bajo prisión preventiva y acusado de instigación del asesinato y las heridas a los militantes del Partido Obrero. Los rumores sobre su supuesta declaración ante el TOC 21 circularon con fuerza durante el último mes del año, pero se quedaron sólo en eso, rumores. Los nombres de Daniel González y Pablo Díaz – respectivamente, delegado acusado de integrar la patota y titular de la comisión de reclamos del sindicato, señalado como el reclutador de los atacantes– también integran la lista de aquellos sospechosos que romperían el silencio.

La inspección ocular a los escenarios donde ocurrió todo también está programada para las audiencias de esta semana, al igual que la reproducción de las escuchas telefónicas realizadas durante la etapa de instrucción de la causa. Sin embargo, la prioridad la tienen los acusados, con lo cual la programación de las jornadas queda sujeta a la voluntad de ellos de hablar durante el juicio. Si la inspección y las escuchas suceden en las jornadas de esta semana, el 4 de febrero comenzarían los alegatos, que, según fuentes judiciales, se extenderán durante todo febrero y parte de marzo. Si esos cálculos se concretan, el tribunal alcanzaría una sentencia durante los primeros días de abril.