El ex gobernador de Santa Fe y líder del Frente Amplio Progresista (FAP) Hermes Binner denunció que desconocidos tomaron imágenes en la noche del domingo pasado desde el techo de una vivienda vecina a la suya, ubicada sobre la calle San Juan, en Rosario. “¿Qué están buscando?”, se preguntó Binner a través de su cuenta de Twitter, aunque luego no quiso hacer muchas más consideraciones sobre el tema. La denuncia llega justo en momentos en que las cuestiones de seguridad en Santa Fe, principalmente relacionadas con el narcotráfico y su vinculación con la policía provincial, están en el ojo de la tormenta.

Según Binner, del hecho participó “más de una persona”. El también presidente del Partido Socialista señaló por Twitter: “Ya denuncié a los que ayer tomaron fotos del patio de mi casa”. Y se preguntó “¿Qué están buscando?”. Luego, en declaraciones a Radio Dos de Rosario, el ex gobernador dijo que “las personas estaban, alrededor de las 21, en un techo de una casa próxima. De inmediato hablé con los vecinos y me dijeron que escucharon ruidos, pero afortunadamente no faltaba nada”.

Al ser consultado acerca de si tenía alguna hipótesis de qué se podía tratar, no descartó ninguna e ironizó sobre “la falta de controles en Puerto Madero”, supuestamente en referencia a los funcionarios kirchneristas que viven en esa zona de la ciudad de Buenos Aires. Cuando la denuncia comenzó a armar cierto revuelo, Binner se llamó a silencio y prefirió no seguir opinando del tema. Cerca suyo aseguraron que hizo una denuncia en la comisaría para que se investigue el hecho.

Curiosamente, todos los últimos tweets de Binner habían tenido que ver con cuestiones de seguridad. “Narcotráfico: que nadie se desentienda de un problema GRAVE que necesita políticas coordinadas. Que los oportunistas den un paso al costado”, había escrito. La referencia tenía que ver con los últimos sucesos en la provincia. Por un lado, las revelaciones sobre las vinculaciones del ex jefe policial Hugo Tognoli con narcotraficantes. Días atrás, el tema resurgió luego de que tres militantes del Movimiento Evita fueran baleados por bandas de narcotraficantes en un hecho que todavía no fue esclarecido. Luego, los militantes y sus familiares fueron amenazados de muerte y debieron cambiar de domicilio para resguardar su seguridad.