Los empresarios de micros de larga distancia sostuvieron ayer que el conflicto con la UTA sigue abierto dado que el gobierno nacional no aceptó entregarles subsidios por 100 millones de pesos. Como nueva medida de presión, amenazaron con trasladar el aumento del 23 por ciento de salarios que surgió de las paritarias a las tarifas de los micros. “El gremio decidió levantar la medida, pero la situación es la misma, no hay propuestas concretas para solucionar la crisis”, dijo Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi). En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, respondió que las empresas de transporte “no están en crisis” y crecieron en los últimos años. El funcionario criticó a los choferes por la “presión” a la que sometieron a los pasajeros durante las medidas de fuerza, que duraron cinco días y afectaron a 400 mil pasajeros.