Los dos maquinistas de los trenes de la Línea Sarmiento que chocaron el jueves en Castelar prestaron declaración anoche en el juzgado federal de Morón, donde fueron indagados durante nueve horas en una causa que está caratulada como “estrago doloso seguido de muerte”. Al término de la indagatoria, fue dejado en libertad Raúl Ahumada, el conductor del tren que estaba parado cerca de la estación Castelar. Sigue en situación de detenido el maquinista del tren 3727, Chapa 1, Daniel López, informó a Página/12 una fuente judicial. La formación que conducía López fue la que embistió a la otra. Horacio Caminos, del gremio de La Fraternidad, antes del comienzo de la indagatoria, anticipó que López le había asegurado por teléfono –pocos minutos después de la tragedia– que se habría producido “una falla en los frenos”.

Según Caminos, el maquinista le aseguró, todavía bajo los signos del shock emocional sufrido, que “los frenos fallaron, no me respondieron”. El juez Jorge Rodríguez y el fiscal Sebastián Basso tendrán que confrontar esa declaración, que habría ratificado López, con los datos aportados ayer a la causa por la CNRT, en el sentido de que “no hay evidencia ni física ni técnica de que el conductor haya intentado frenar” la formación (ver aparte). Según el ente regulador del transporte, los frenos “funcionaban normalmente” y el tren circulaba “a más de 60 kilómetros por hora”.

Ayer, desde temprano, López, quien estuvo internado luego del accidente que protagonizó, se presentó en el juzgado federal de Morón, junto con el maquinista del otro tren, Raúl Ahumada. Ambos son representados, en principio, por la abogada Valeria Corbacho, aunque no se descartaba que interviniera otro abogado en representación de algunos de los dos si sus posturas fueran enfrentadas.

Además de lo dicho por Horacio Caminos, quien dijo haber dialogado con López minutos después de la tragedia, ayer también salió a respaldar al trabajador el titular de La Fraternidad, Omar Maturano. Declaró ante los periodistas que “alguna anomalía había” en el sistema de frenos del tren que conducía López. Maturano, a pesar de todo, sostuvo que en el gremio son “cautos” en lo que se refiere al tema, porque están esperando el avance de las investigaciones y la información detallada sobre las pericias que se vienen realizando.

Aclaró que la cautela se debe a que “no podemos decir ahora quién tuvo la culpa” del desastre ferroviario que dejó tres muertos y centenares de heridos. “Esperemos lo que diga la Justicia”, precisó. Sin embargo, en sus declaraciones, estimó que “alguna anomalía había” en el tren que embistió al que estaba detenido en las cercanías de la estación Castelar.

Reiteró que “a esa formación la rechazamos varias veces, fue al taller, donde fue reparada. Pero cuando el tren choca, el único coche que no frena fue el del conductor, mientras que los otros siete sí, frenaron todos”, resaltó para establecer una duda. Maturano insistió en remarcar que “no sabemos lo qué pasó” con total precisión, de manera que debe ser “la Justicia la que debe resolver este tema”.

El jefe de La Fraternidad puso en tela de juicio expresiones del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. quien aseguró que el maquinista del tren Chapa 1 pasó “tres señales de peligro” sin detenerse e incluso aumentando la velocidad. “Es mentira que se pasaron tres señales a peligro. Se pasó una señal de precaución, una apagada y una a peligro. Los conductores se acostumbran a que una señal esté apagada; los muchachos se acostumbran a trabajar con las señales apagadas, los brazos más bajos...”, comentó como lamentándose por esa situación.

Maturano reiteró que “una señal estaba a precaución, la otra apagada y la otra, dicen, a peligro. La que estaba apagada la vi yo: estaba apagada y venía así desde hacía varios días”. Agregó que “el día de la niebla un tren frenó a 50 metros del otro, ése fue un semi choque”, puso como ejemplo de una situación que viene desde hace un tiempo.

Cuando se le dijo que el ministro Randazzo aseguró que el maquinista del tren Chapa 1 iba a “62 kilómetros por hora” (en el informe presentado ayer por la CNRT se especifica que eran 61 kilómetros por hora) y “con velocidad ascendente”, Maturano respondió que “eso lo tiene que decir la caja negra. Estamos esperando que se llame al sindicato” desde la Justicia, para tomar conocimiento de lo que dice la causa.

El sindicalista puntualizó que si bien se “están arreglando las cosas” en los ferrocarriles “no se está dando la seguridad como tiene que darse”.

El jefe de La Fraternidad aseguró que “las vías, el señalamiento, el material rodante tampoco están como tienen que estar. De acá a diez, doce años tendremos un ferrocarril como el que tenemos que tener”.