EL PAíS
Los estatales recibirán el sueldo completo, pero en varias cuotas
En su programa de radio, el presidente Eduardo Duhalde puntualizó que, como sucede en varias provincias, el salario de los trabajadores deberá pagarse en tramos. La aclaración fue porque el viernes se había entendido que recortarían los sueldos.
El presidente Eduardo Duhalde intentó ayer bajar el tono de la polémica que se generó por los salarios de los estatales. “Tal vez –dijo– como en el resto del país, tengamos el problema de tener que pagar en dos veces o pagar primero a toda la gente hasta determinado monto y después al resto.” Más allá de su intento por suavizar sus primeras declaraciones, en su entorno pintan un panorama dramático. “Es muy sencillo. La plata para pagar los sueldos no está”, dijo a este diario un importante funcionario. El tiempo dirá si Duhalde se expondrá al estallido social que podría generarse si no paga los sueldos o si lo que intenta es presionar a los gobernadores para que firmen la reducción del piso de la coparticipación federal, una de las condiciones que puso el FMI para volver a prestarle dinero a la Argentina.
El viernes, Duhalde dijo que “no pareciera que podamos pagar íntegramente los sueldos del Estado. No hay dinero, entonces no se puede pagar”. Las reacciones no se hicieron esperar: su anuncio estuvo en la tapa de todos los diarios y hasta el jefe de la CGT oficial, Rodolfo Daer, quien dijo que “banca” al Presidente y hasta ahora no hizo ninguna crítica a su gestión, advirtió que se produciría un “estallido social” si no se pagaban los sueldos de febrero de la administración pública.
Desde Tucumán y en su espacio “Conversando con el Presidente” que se emite por Radio Nacional, Duhalde salió ayer a poner paños fríos. “No quise decir que no se vayan a poder pagar los sueldos, sino que tal vez, como en el resto del país, tengamos el problema de tener que pagar dos veces o tener que pagar primero a toda la gente hasta determinado monto”, aseguró. Y aunque admitió que “vamos a tener algunas dificultades” con ese tema se mostró esperanzado de que “con los ingresos, que están creciendo un poquito, podamos superarlo rápidamente”.
El problema es la caída de la recaudación impositiva. “No alcanza la guita para pagar los sueldos. Esa es la verdad. Lo comentó Remes Lenicov el día de la reunión con los gobernadores. Y la verdad es que el Presidente no quiere dejar de decir la verdad ni decir las cosas como son a último momento aunque sus declaraciones tengan un alto costo político”, dijo ayer a este diario un estrecho colaborador de Duhalde.
Lo que dice el Presidente puede ser cierto: la plata no está y prefieren decirlo quince días antes de pagar los sueldos de febrero para que se vaya sabiendo. Pero tratándose de política, es válido pensar que lo de Duhalde se trata de un mensaje a los gobernadores. El Presidente está negociando con ellos bajar el piso mensual de dinero que las provincias reciben en concepto de la coparticipación federal de impuestos. El acuerdo –que junto con la aprobación del Presupuesto es una de las condiciones que pone el Fondo Monetario Internacional (FMI)– no está cerrado. Y Duhalde podría estar enviándoles un mensaje para que bajen sus pretensiones y sepan que la cosa no está para plantear posiciones duras en la negociación.
Pero desde el Gobierno también intentan mostrar que no todas son pálidas. El ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, anunció ayer durante el cierre de la mesa de Concertación Socio-laboral Productiva, que “para junio próximo se prevé la creación de 500 mil puestos de trabajo genuino”. Y el viceministro de Trabajo, Juan Carlos Tomada, no descartó la posibilidad de “extender a más desocupados los subsidios para jefas y jefes de hogar sin ingresos y la ampliación del seguro de desempleo”.