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Margarita Stolbizer, aspirante a renovar su banca de diputada, le pidió a su equipo que no hiciera alharaca con el resultado, aunque era notoria su satisfacción cuando, apenas un rato después de las nueve, anunció que con su fuerza, el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), había logrado –contra algunos pronósticos– un “tercer lugar consolidado” en la provincia de Buenos Aires. Atrás, cuarto, quedaba su principal contendiente, Francisco de Narváez, de Unión por la Libertad y el Trabajo. Al rato, tanto Stolbizer como el segundo candidato a diputado, Ricardo Alfonsín, no sólo se proyectaban con optimismo hacia octubre, sino que ya se aventuraban a hablar de 2015.

La espera de números finales fue en el Apart Hotel Congreso, un típico hotel con spa utilizado para eventos, en Mitre y Callao. Pasada la medianoche, Stolbizer cosechaba 12,17 por ciento de los votos. En las primeras horas, la brecha con respecto a De Narváez era grande, pero se fue achicando hacia la noche. La candidata había estado tan pendiente del recuento como de la performance de su hijo Nicolás Laprovittola, integrante de la Selección de básquet que ayer le ganó a Brasil la final del torneo Súper 4 en Anápolis. Sus otros dos hijos fueron fiscales de mesa, igual que su marido. El anuncio y la conferencia de prensa post-votación se hicieron en un salón amplio de paredes vidriadas por donde circulaban tandas de sandwiches de pavita, los clásicos de miga y, a la hora de lo dulce, unos brownies y cuadraditos de limón. Todo fue en un tono moderado, sin demasiados aplausos, cantitos ni bombos sonando.

Con un tercer lugar, detrás de Martín Insaurralde, Stolbizer pronosticó, para octubre, “una elección en tercios”, en la que incluyó “una candidatura del Frente para la Victoria, una del neokirchnerismo con Sergio Massa y el tercio del espacio progresista”, la cual, según dijo, será para el frente que ella encabeza.

En comparación con 2009, cuando obtuvieron un 21,5 por ciento de votos, a Stolbizer y Alfonsín les fue bastante peor ahora, aunque sostienen que cuentan con la experiencia de “mejorar mucho entre las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y las elecciones definitivas”. Ella cuestiona las PASO porque sostiene que “sólo sirven para testear”, pero estimó que “la gente llegará con claridad a octubre”. Prevé, a su favor, que los votantes de su fuerza política “no van a tirar hacia otros partidos”. No son, evaluó, votos “volátiles”.

Alfonsín sumó un bocadillo y vaticinó que el FPCyS se “consolida” como una fuerza que “aspira a trascender” los comicios de este año. Stolbizer evaluó, entusiasta, la elección de Julio Cobos en Mendoza y de Hermes Binner en Santa Fe, como afirmación de un “espacio socialdemócrata”. Los rodeaban otros dirigentes y candidatos, entre ellos Gabriela Troiano, María Luisa Storani, Jorge Ceballos y Gerardo Milman, que horas antes había hecho una clásica denuncia de boletas faltantes.

La candidata echó mano de su slogan de campaña, que intentaba mostrar al país dividido en “Argen” y “Tina”, cuando dijo: “En Argen los números nos dan ganando. Y en Tina se nos complican. Cuando lleguemos a octubre podremos unir las dos”. Además buscó marcar diferencia al enfatizar que su frente es “la única fuerza que no ha tenido que ver con los últimos 25 años de la política en la provincia de Buenos Aires”.