En el juicio oral que se realiza en Tucumán sobre los crímenes cometidos en los centros clandestinos que funcionaron en la Jefatura de Policía y en el Arsenal Miguel Azcuénaga declararon esta semana los familiares del desaparecido Angel Lito Medina, secretario del Partido Comunista de Morteros. Su hijo Augusto tenía 12 años cuando una patota entró a su casa para llevarse a su padre y contó los hechos ante el tribunal. También dio su testimonio una testigo que pidió reserva de su nombre debido a que fue víctima de violencia sexual y que fue acusada de colaborar con los represores. En el juicio hay 41 imputados, entre ellos el ex policía Antonio Vercellone (foto), y se investigan los secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos de más de 200 víctimas.