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Por Patricio Echegaray*

El debate sobre la eventual incorporación de Elena Cruz a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no puede separarse del posicionamiento que tengamos respecto a la defensa de los DD.HH., contemplados tanto en la Constitución nacional como en la de la ciudad. Consideramos que, desde esta óptica, existe una única respuesta. Hay acciones que no pueden ser aceptadas, como violar o haber violado los DD.HH. o ayudar a que el plan criminal del terrorismo de Estado se siga cometiendo y que miles de familias sufran aún hoy por la desaparición forzada de sus seres queridos. Por ende, esta Legislatura no debe permitir el ingreso de quien ha incurrido en hechos de tal gravedad.
Cruz apoyó reiteradamente y continúa apoyando acciones que constituyen delitos de lesa humanidad. Exalta el terrorismo de Estado y la violación de los derechos humanos. ¿Con qué legitimidad podría jurar por la Constitución? La legitimidad sustancial, sustrato de la legalidad formal, está configurada por una pléyade de valores y principios fuertemente vinculados con la defensa irrestricta de los derechos humanos y con impedir su violación.
No impugnamos a Cruz por sus ideas reaccionarias, sino por su expreso y reiterado apoyo –con palabras y hechos– a la masiva violación de DD.HH. que aún hoy cometen Videla y sus compañeros de crímenes. La desaparición forzada de personas es un delito permanente, que se comete hasta que aparezcan sus víctimas (con vida o asesinadas), por lo que los responsables del terrorismo de Estado lo siguen cometiendo hoy a través de su silencio, que representa una adhesión renovada a su plan criminal.
En consecuencia, las declaraciones y acciones de Cruz en defensa de Videla y su negación de las desapariciones forzadas constituyen un apoyo a quienes hoy mismo siguen delinquiendo, lindante con la complicidad. No hay una apología de crímenes pasados, sino un apoyo a la continuidad en la violación de los DD.HH.
Asimismo, las declaraciones de Elena Cruz son más que una afrenta a los familiares de los desaparecidos y asesinados por Videla y su banda, ya que internacionalmente se reconoce que los familiares de los desaparecidos son víctimas a su vez de torturas, por la extrema angustia originada por este crimen de lesa humanidad.
No propiciamos la posibilidad de negar la asunción a cargos legislativos por razones arbitrarias, ni de apreciación personal o de algún grupo. Sostenemos la impugnación a Elena Cruz por su apoyo a un crimen que aún se sigue cometiendo y mantiene entre nosotros la presencia del terrorismo de Estado.
* Candidato a diputado nacional por Izquierda Unida.