EL PAíS
“No garantizaremos la impunidad de ayer ni la de hoy”, dijo Kirchner
El Presidente se reunió con representantes de organismos de derechos humanos. Los dejó conformes, asegurándoles que será consistente con sus promesas. Y, sin decirlo, dejó entrever que derogará el decreto que limita las extradiciones. De cómo se viene un Garzón francés.
Por Fernando Cibeira
“No vamos a garantizar la impunidad de ayer ni la de hoy”, les prometió el presidente Néstor Kirchner a los impulsores de las causas judiciales contra represores en Francia. Kirchner no les prometió la derogación del decreto de Fernando de la Rúa que impide las extradiciones pero casi. A los abogados y familiares la noticia los dejó muy conformes, teniendo en cuenta lo que se viene: antes de fin de año el juez francés Gerard Caddeo podría librar una orden de detención contra unos cuarenta represores argentinos.
“Nos escuchó, nos comprendió”, explicó la abogada Sophie Thonon. “Salimos con una buena impresión, nunca tuvimos un recibimiento tan bueno”, agregaba a su lado Juan Padro Lhande. Ellos junto a Beatriz Roux, Jean Domergue y el doctor Katz, representaron en el encuentro a las quince víctimas de origen francés de la dictadura militar argentina. El recibimiento “tan bueno” al que se referían tenía que ver con que nunca un presidente de paso por París los había convocado para escuchar sus reclamos y, obviamente menos, que prometiera atenderlos.
Kirchner resolvió en su primera gira por Europa tomar por las astas la cuestión de los derechos humanos, en la que se ha mantenido firme desde que asumió la presidencia. Incluso queda la duda de que si el juez español Baltasar Garzón no hubiera repetido su orden de detención contra 46 represores, tal vez Kirchner hubiera firmado la derogación del ya famoso decreto antes de la partida. No lo hizo para no aparecer presionado.
El encuentro se hizo en un salón del primer piso del principesco Hotel Crillon, frente a la Place de la Concorde. El Presidente los recibió junto al vicecanciller Jorge Taiana, el jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, y el gobernador de Santa Cruz, Héctor Icazuriaga. Los impulsores de las causas le pidieron al Presidente que permitiera que se hiciera justicia y que impidiera que el poder político se siguiera entrometiendo en la marcha de las investigaciones. “Estoy decidido a tomar todas las medidas para que sea así”, les respondió.
No fue el primer contacto del Presidente con familiares de desaparecidos en la gira. El martes, en su primera hora en París, recibió a María Ester Tello, madre de Rafael, Marcelo y Pablo, tres jóvenes desaparecidos desde el 31 de mayo de 1978. Ayer, en su encuentro con el presidente Jacques Chirac, también se habló del tema (ver aparte). Y hoy en España también recibirá a los representantes de la Acusación Popular. Y si Garzón se comunica, tampoco tiene problemas en reunirse.
Hubo un punto que la abogada Thonon se encargó de destacar y es un cambio que el Congreso podría introducir en la ley para la detención de personas para ser extraditadas. Un proyecto en danza establece la orden taxativa de que el juez “debe” detener al extraditado. Se establecería que el magistrado “podría decidir la detención”, lo que dejaría la decisión en manos del juez.
Kirchner puso como ejemplo de lo que será su conducta lo que sucedió con el ex represor Ricardo Cavallo, extraditado desde México a España sin que medie ninguna intromisión del Estado argentino. “Yo no quiero prometer nada pero no quiero que les pase conmigo lo mismo que con Alfonsín, Menem y De la Rúa. Ya van a ver cómo actúo”, les dijo. Puso a total disposición de los familiares a Taiana y a Acevedo para que los ayudaran en caso de que los necesiten.
Hay tres causas que los abogados y familiares creen que rápidamente pueden llegar a un juicio de extradición. Son las que involucran a Alfredo Astiz –en la causa de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet–, a Osvaldo “Balita” Ribeiro –uno de los responsables del Plan Cóndor– y a Jorge Olivera –por la desaparición de Marie Anne Erize–. La situación se ampliaría si se cumplen sus vaticinios y el juez Caddeo libra una nuevaorden de detención mucho más amplia, en la que abarcaría a todos los represores con participación probada en la desaparición de alguno de los 15 ciudadanos franceses.