Una asamblea de más de 350 trabajadores estatales agremiados en ATE se manifestó ayer para denunciar el “intervencionismo de la conducción michelista” y la expresa “voluntad golpista”, aseguraron a Página/12 el secretario gremial del sindicato, Luciano Fernández, y el delegado Pablo Guevara, ambos representantes de sectores internos distintos pero “en la búsqueda de unidad”. También se mostraron en contra del paro convocado por el secretario general, Pablo Micheli, que la semana pasada había arengado que la presidenta Cristina Kirchner “debería abandonar el Gobierno”.

“Vamos a enfrentar a Micheli para derrotar el autoritarismo y recuperar definitivamente el gremio de Germán Abdala”, señaló el dirigente Luciano Fernández, apuntando a las acciones que viene desplegando el michelista José Luis Mata-ssa en la seccional Capital. “No quieren a nadie que exprese un pensamiento distinto al suyo. Buscan cerrar el gremio y ponerlo a disposición de la campaña de Víctor De Gennaro”, denunció Guevara en sintonía con Fernández después de la asamblea que reunió a trabajadores de distintos organismos públicos en la sede de ATE Capital. Finalmente emitieron una declaración conjunta en la que marcaron su repudio “a las declaraciones desestabilizadoras de Micheli reclamando la renuncia de la Presidenta”.

La semana pasada, el sector que encabeza Matassa en nombre de Micheli labró un acta de la Comisión Administrativa en la que impone “reglas antiestatutarias. Está fuera de toda legalidad intervenir las secretarías de Organización y de Comunicación. Se va a impugnar ante el Ministerio de Trabajo”, sostuvo Fernández luego de aclarar que “internamente ya fue impugnado”. En el documento en cuestión, Matassa notifica al secretariado que en caso de no contar con el acuerdo de los dirigentes con los comunicados o las convocatorias a elecciones y se rehúse a firmar “tendrá la facultad de elegir a quien quiera para avalar sus decisiones”. Las dos secretarías intervenidas no comulgan con el posicionamiento político de Micheli. En el mismo documento se informa la decisión de la convocatoria a la medida de fuerza el 20 de noviembre sin plenario que la avale.

De la asamblea participaron las dos líneas internas que acuerdan con gran parte de las medidas impulsadas por el gobierno nacional desde el 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia. La discusión y el enfrentamiento con Micheli en las últimas elecciones de la Central de Trabajadores de Argentina los dividió en dos grupos –parte de la lista Verde y la lista Azul–. Unos decidieron quedarse dentro de ATE y disputar el sindicato y otros optaron por la ruptura formal con el michelismo. Esa diferencia los llevó a transitar distintos caminos, aunque con apreciaciones y conceptos cercanos. En los últimos tiempos, la coyuntura del sindicato los fue poniendo en la senda de “la búsqueda de la unidad”.

“Repudiamos una vez más las prácticas antidemocráticas que lleva adelante el secretario general Matassa”, señalaron el repudio de la asamblea y agregaron que encontraban “contradictorio que hacia la sociedad se quiera democratizar el sindicalismo y sus organizaciones y en el propio sindicato se persiga, se intervenga y se castigue” a quienes no “adhieren al pensamiento único” que propone la dirigencia michelista. También denunciaron “la política zigzagueante que se acerca y se aleja de Moyano y que convoca a los ‘caceroleros’ para nutrir las marchas”.

La política impulsada por Micheli en ATE Capital “se está replicando en otros lugares del país. La seccional de Marcos Paz está pasando por la misma situación”, advirtió Guevara y destacó que no lo iban “a permitir. Vamos a juntarnos aun con matices y diferencias que tenemos para encarar juntos la recuperación del gremio”.