La paritaria arrancó formalmente ayer con la reunión entre el Poder Ejecutivo y los cinco gremios.
Imagen: DyN.

El Gobierno y los cinco gremios docentes con representación nacional no alcanzaron ayer un acuerdo en la negociación salarial, que pasó a un cuarto intermedio para el lunes o martes. La oferta del Ejecutivo fue un 22 por ciento de aumento dividido en tres tramos, además de una suma de unos 2000 pesos sujeta a presentismo y a pagar en julio y diciembre. Para los sindicatos la propuesta es “insuficiente”, pero el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, remarcó que se trata de un “incentivo base” para que cada provincia tenga como referencia.

Al encuentro de ayer habían sido convocados dirigentes de la Ctera –gremio perteneciente a la CTA y el de mayor peso en el sector– y representantes de Sadop, UDA, AMET y CEA, los cuatro nucleados en la CGT de Antonio Caló. Por parte del Gobierno participaron los ministros de Educación, Alberto Sileoni; de Trabajo, Carlos Tomada; de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Educación, Jaime Perczyk.

A cuatro días de que comiencen las clases en varias provincias, la paritaria nacional se encuentra ahora en un cuarto intermedio, según confirmó anoche Capitanich en conferencia de prensa. El funcionario también recordó que en esta negociación sólo se fijará el monto del salario inicial, es decir, el de un docente que comienza a trabajar con un cargo en jornada simple. Según apuntó, el alza alcanzaría así sólo al 2 por ciento de los maestros. De todas formas, indicó que se trata de un salario base “para que cada gobernador” tenga en cuenta a la hora de cerrar los aumentos en su propia jurisdicción.

En este contexto, la propuesta fue de un aumento del 22 por ciento dividido en tres tramos: 12 por ciento en el sueldo de marzo, 5 en el de junio y 5 en el de octubre. Desde el Ejecutivo no aceptaron el pedido de los gremios de reabrir la negociación durante el año si los salarios quedan desfasados, pero ofrecieron dos cuotas de 1000 (una en julio y otra en diciembre) en concepto de presentismo.

Este último punto fue uno de los más conflictivos y no se logró un consenso sobre si la percepción se cobraría por cargo o por persona. Sin embargo, Capitanich subrayó anoche desde la Casa Rosada la necesidad de implementarlo para mantener “una continuidad de días de clase” y mejorar la calidad educativa en el país.

Al terminar la reunión, la titular de Ctera, Stella Maldonado, aseguró a Página/12 que “ninguno de los componentes de la propuesta es aceptable”. Para ella, la oferta es “muy insuficiente, incluso por debajo de la del año pasado” –cuando fue del 22,5 por ciento– y exhortó al Gobierno “a mejorarla en todos sus aspectos” de cara a una próxima reunión.

Para Sadop, “el Gobierno respondió de forma negativa a cada uno de los puntos planteados por los sindicatos”. Su titular, Mario Almirón, afirmó que el aumento propuesto “no da respuesta a la realidad, a las necesidades de los maestros”, y advirtió que su gremio discutirá posibles medidas de fuerza ante una posible falta de acuerdo. Con un tono un poco más duro que los otros dirigentes, el titular de UDA, Sergio Romero, señaló que el aumento del 22 por ciento “es una propuesta que ni el propio gobierno se la cree” y que “está muy lejos de la realidad” de los educadores.

Respecto de los plazos, desde Ctera se mostraron levemente más conciliadores y adelantaron a este diario que podrían llegar a un acuerdo por todo el año si logran que el aumento se vea reflejado en el sueldo de febrero (a cobrar en marzo) y “si incluye la cláusula de seguimiento de relación precio-salario”.

Tras la reunión, Capitanich salió a hablar con los medios en dos oportunidades y se mostró confiado en llegar a un acuerdo en los próximos días. “Hemos logrado el inicio del proceso paritario, hemos comprometido un cuarto intermedio y el diálogo ha sido productivo en función de las propuestas de ambas partes”, destacó el jefe de Gabinete. “Creemos que nos permitirá arribar a un acuerdo la semana que viene”, completó.

Ctera llegó a la reunión con el reclamo de un aumento del 42 por ciento, estableciendo un piso salarial de 4860 pesos que entrara en vigencia desde el 1º de febrero. Sadop, UDA, AMET y CEA pedían un aumento del 61 por ciento, equivalente a un salario inicial de 5500 pesos. En ambos casos, la suma inicial pedida por los gremios es muy superior a los 4100 propuestos por el Gobierno, que recién se pasarían a cobrar con el sueldo de noviembre. Por eso, aunque se diferencien en el porcentaje, todos los sindicatos coinciden en que el incremento debería verse reflejado dentro del primer semestre e incluir una cláusula de seguimiento de la relación entre precios y salarios durante el año.

Por fuera de la discusión del número, los gremios reclamaron una recomposición del salario docente. En respuesta, Capitanich recordó que el incremento en el salario inicial desde diciembre de 2003 se calcula en un 835 por ciento y la recuperación del salario docente fue de un 72 por ciento.

Por otro lado, las distintas organizaciones salariales remarcaron la importancia de preservar el ámbito paritario, sobre todo tras la advertencia de Capitanich de cerrar por decreto las negociaciones si no llegan a un acuerdo. En ese sentido, Maldonado advirtió que desde Ctera rechazarán “cualquier cierre por decreto”.

Ante la posibilidad de una medida de fuerza, deslizada por algunos dirigentes sindicales, la respuesta del Gobierno fue terminante. “El Gobierno nacional no es empleador”, sostuvo Capitanich, y delegó la responsabilidad en cada administración provincial de asegurar el inicio de clases.

El comienzo del ciclo lectivo está previsto para el próximo miércoles 26 de febrero en Tucumán, Chaco, Río Negro y Jujuy, mientras que en el resto de las jurisdicciones debería empezar el 5 de marzo. Sin embargo, hasta el momento sólo Salta aseguró el arranque. Allí, el gobierno provincial ya otorgó desde noviembre pasado un 25 por ciento, adelantándose a la paritaria de este año. En el resto, el inicio aún está en suspenso.

Informe: Aldana Vales.