La Justicia rosarina procesó a dos policías, el ex jefe de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la Unidad Regional II Oscar Romero y al subjefe Sergio Gianola, por el faltante de una ametralladora FMK3 que –según se denunció– le iban a facilitar a miembros de la banda narco Los Monos, en octubre de 2012. La falta del arma fue confirmada por Asuntos Internos tras un llamado anónimo a la Dirección Provincial de Control y Prevención de Adicciones y al día siguiente apareció en un contenedor de basura. Sobre ambos policías recayeron los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público, relacionados con la negligencia con la que actuaron; y malversación culposa. El comisario mayor de la repartición provincial, Sergio Gorosito, fue quien recibió la llamada anónima acerca de que los policías rosarinos “estaban por alquilar una ametralladora a los Cantero en 30 mil pesos”. La ametralladora FMK3, calibre 9 milímetros, que formaba parte del arsenal de la policía santafesina adjudicada a la Brigada Operativa Departamental 2 de la sección Drogas Peligrosas, debía ser administrada y custodiada por el personal ahora acusado. Tras la llamada anónima, se constató “la violación de custodia”, y se les achacó a los jefes y a un oficial “haber hecho entrega de un arma de fuego a quien no resultara ser su legítimo usuario”. En principio, tras la denuncia del 25 de octubre de 2012, Romero, Gianola y otro oficial –que ahora resultó sobreseído– fueron imputados por “haber incumplido con sus deberes de funcionario público, sustrayendo una pistola ametralladora de la dotación de armas pertenecientes a la Sección Drogas Peligrosas de Rosario”. Quien llamó en aquel momento para dar cuenta del ilícito fue una persona que dijo temer “que le maten a su hermano”, según expresa el expediente del Juzgado de Instrucción Nº 11, a cargo del juez Juan Andrés Donnola.