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En 2011, el gobierno de Mauricio Macri licitó una obra para hacer cocheras para la línea D de subtes. Esto implicaba excavar gran parte de la avenida Cabildo. La obra se demoró y la Ciudad inició otra obra: unos boulevares en Cabildo, sobre la zona que debía ser demolida. Costaron unos 5 millones de pesos. Cuando Macri anunció que haría un metrobus sobre Cabildo, se supo que pasarían a mejor vida. Pero lo cierto es que ya estaba previsto demolerlos por la obra del subte, que la gestión PRO había programado antes de construir los boulevares. A raíz de esto, la comunera kirchnerista Julieta Costa Díaz presentará una denuncia penal contra el subsecretario de Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli.

En la denuncia patrocinada por el abogado Adrián Albor se hace un racconto de los pasos, reconstruidos con documentos oficiales. El 21 de diciembre de 2011, el gobierno de Macri llamó a licitación para construir las cocheras de la estación Congreso de Tucumán. La constructora Dycasa les ganó la licitación a cinco empresas, en febrero de 2012. Esta compañía comenzó a buscar los permisos para cortar la calle y colocar el obrador. La obra quedó demorada por el conflicto entre Nación y Ciudad durante 2012.

En 2013, en tanto, el gobierno porteño construyó boulevares en el centro de Cabildo, pese a que la obra de las cocheras requiere que se haga una excavación de vereda a vereda. Para completar la colisión de proyectos, Macri anunció el 15 de octubre de 2013 que sobre esa avenida se iba a construir un metrobus. Aún no estaba terminado el boulevar y el jefe de Gobierno ya anunciaba que lo iba a demoler. Macchiavelli justificó el despilfarro de recursos públicos: “La Ciudad es dinámica y las demandas cambian. Los trabajos se hicieron en etapas. Cuando se pensaron, existía un problema de riesgos de accidentes que se buscaba solucionar. El metrobus dará soluciones a la gente y parte del boulevar se reaprovechará”.

En la denuncia penal –a la que accedió Página/12–, Costa Díaz desmiente eso punto por punto. La comunera socialista indica que la obra no fue en tres etapas, sino que se la dividió en tres pliegos. “Hubo un primer llamado a licitación que preveía la obra de Pico, Ramallo y Guayra. Esa obra finalmente se hizo en Cabildo, entre Pico y Ramallo”, advierte Costa Díaz. La comunera recuerda que esas obras se adjudicaron en diciembre de 2012, pero en 2011 ya tenían planificado hacer una excavación en toda la avenida para las obras del subte. Incluso, a comienzos de 2012 ya estaba la empresa que iba a hacer esa tarea. Se estaba construyendo sobre un terreno que forzosamente iba a ser demolido. Pero se hizo igual. “Cada peso de ese boulevar es un peso que se pierde para la educación, la salud y obras de infraestructura que la Ciudad realmente necesita”, advierte Costa Díaz.

“No hubo falta de planificación –remarca la comunera– sino que un funcionario avanzó en una obra que sabía que debería ser destruida para hacer otra.” Costa Díaz argumenta que “Macchiavelli no podía desconocer la licitación de Sbase, fue publicada en el Boletín Oficial. La ampliación de las cocheras de la línea D está planificada desde 2005”.

A esto, la denuncia añade que para la licitación de los boulevares se acortaron todos los plazos para el procedimiento, sin justificativo claro. La comunera denunció varios casos en los que esto ocurrió en obras licitadas por la Subsecretaría de Atención Ciudadana. Costa Díaz interpreta, además, que entre las funciones de esa subsecretaría no figura la construcción de ese tipo de obras, por lo que Macchiavelli no tendría facultades para tomar las decisiones que tomó. “Hace tiempo que venimos denunciando a Macchiavelli por desmanejos que bordan la ilegalidad. Esta vez, cebado por la impunidad del PRO y el paraguas mediático, parece que se pasó de la raya”, afirma Costa Díaz. Para la comunera, “la subsecretaría ha desvirtuado su función de transferir la competencia a las comunas y con esa excusa se ha convertido en una unidad que absorbió el presupuesto de éstas para realizar obras públicas sin control”.