EL PAíS › A JEFE DE GOBIERNO Y PRIMEROS A DIPUTADOS
Los candidatos
ANIBAL IBARRA.
El candidato de Fuerza Porteña –45, divorciado, dos hijos– ganó reputación como fiscal adjunto en el Juicio a las Juntas, hasta que en 1991 Carlos “Chacho” Alvarez lo convenció de dar el salto a la política. En el cuestionado Concejo Deliberante, Ibarra se hizo famoso por su lucha contra la corrupción de Carlos Grosso, muchos de cuyos hombres hoy integran las listas de Mauricio Macri. Calificado en 1996 como un “joven exitoso de la Argentina” por la revista Time, Ibarra llegó a la Jefatura de Gobierno en 1999, como parte de la ola renovadora de la Alianza. Capeó la crisis y ahora busca su reelección con el apoyo de Néstor Kirchner y Elisa Carrió y como cabeza de una coalición progresista.
MAURICIO MACRI.
Ingeniero de profesión, el postulante de Compromiso para el Cambio –44 años, casado, tres hijos– es el heredero natural de Franco Macri, a quien secundó durante años al frente de SOCMA. Un holding que fue creciendo rápidamente, al calor de la protección, los contratos con el Estado y las privatizaciones. Cansado de las empresas, Macri se encaprichó con Boca, y obtuvo la presidencia en diciembre de 1999. Con sus dos períodos al frente del club como principal antecedente, decidió dedicarse a la política. Aunque quiso probar suerte como candidato a presidente, finalmente se decidió por la Jefatura de Gobierno: hoy es la esperanza de los sectores peronistas que no digieren el giro a la izquierda de Néstor Kirchner.
LUIS ZAMORA.
La vida política del candidato de Autodeterminación y Libertad –casado, 54 años, dos hijos– se divide en dos. En 1989, luego de años de militancia en el MAS y de lucha por los derechos humanos, fue elegido diputado nacional. Se lo recuerda por sus insultos a George Bush y su cruce a trompadas con Alberto Albamonte. Las internas salvajes de la izquierda lo llevaron a alejarse de la política, hasta que en el 2001 se presentó como candidato a diputado. Sorprendió obteniendo un diez por ciento de los votos, lo que lo convirtió en uno de los emblemas del clima antipolítico que ganó la calle en diciembre del 2002. Ahora, con un discurso que apela a la discusión colectiva, Zamora pelea por primera vez un cargo ejecutivo en la Ciudad.
PATRICIA BULLRICH.
Criada en casonas elegantes, la candidata de Unión para Recrear Buenos Aires –47, casada, un hijo– se dedicó a la política desde joven. En 1973, con sólo 17 años, fue secretaria de Organización del Partido Justicialista de la Capital, militó en Montoneros y a partir del golpe de 1976 vivió un largo exilio en Brasil. A la vuelta, Bullrich trabajó junto a Antonio Cafiero, hasta que decidió romper con el PJ para apoyar a Domingo Cavallo primero y a Gustavo Beliz después. Integrada a la Alianza, Bullrich fue designada ministra de Trabajo, cargo que le permitió pelearse en televisión con Hugo Moyano. Renunció poco antes del colapso delarruista y se acercó a Ricardo López Murphy, que decidió respaldarla para las elecciones de hoy.
CRISTIAN CARAM.
El candidato radical –34 años, de novio– cumplió a rajatabla el cursus honorum partidario. Fue presidente del centro de estudiantes de Económicas, secretario general de la Franja Morada y funcionario universitario. Enrolado en la corriente interna que lidera Rodolfo Terragno, Caram fue legislador porteño y vicepresidente de la Legislatura. Se hizo famoso en base a una serie de golpes de efecto: pidió la expulsión de Fernando de la Rúa, derrotó al oficialismo de Gabriela González Gass y, en su última jugada, designó a Nito Artaza al frente de la boleta dediputados. Aunque las encuestas no se muestran muy alentadoras, Caram aspira a devolverle al radicalismo algo de su potencia perdida.
VILMA RIPOLL.
La candidata de Izquierda Unida –49 años, divorciada– estudió Enfermería en Rosario, donde fundó el centro de estudiantes de su carrera y comenzó a militar en la izquierda. Con el golpe de 1976, Ripoll se exilió en Colombia, donde permaneció hasta 1981. A la vuelta, mientras seguía militando, se dedicó al periodismo y a la lucha por los derechos humanos. Fue elegida legisladora porteña en el 2000, como parte del frente Izquierda Unida, y dedicó su cargo a pelear por los trabajadores de las empresas recuperadas. La Gallega, como le dicen sus amigas, se presenta como candidata a jefa de Gobierno y también encabeza la lista de legisladores.