EL PAíS › COMENZARON LOS HOMENAJES AL SACERDOTE CARLOS MUGICA A LOS 40 AñOS DE SU ASESINATO

“Marcó a una generación”

El vicegobernador Gabriel Mariotto presentó en la Biblioteca Nacional un documental sobre la vida de Carlos Mugica: Cura villero. “Pudiendo elegir otra vida eligió la que le correspondía aun sin saberlo”, dijo Horacio González.

El domingo se cumplirán cuarenta años del asesinato del sacerdote Carlos Francisco Mugica Echagüe, más conocido como el padre Mugica, pero los actos en su conmemoración serán múltiples y ya comenzaron. Ayer por la tarde, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, recibió al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, para recordar al referente de los curas tercermundistas con la proyección de un documental sobre su vida, Cura villero, realizado por el mismo vicegobernador en su época de docente.

Mugica nació en 1930 en una familia de clase alta. En los ’60 inició el seminario de sacerdocio y rápidamente se volcó hacia las clases más humildes. En su cargo de asesor espiritual del Colegio Nacional de Buenos Aires, conoció a Fernando Abal Medina, Mario Firmenich y Carlos Ramus, a quienes llevó a misionar a Tartagal, Salta, donde, a través de la sindicalización de los trabajadores hacheros, comenzó el inicio de lo que luego se conoció como Montoneros. En 1974, murió asesinado por miembros de la Triple A.

El acto comenzó a las 18.30 en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca, que se encontraba lleno antes de comenzar la proyección. Los asistentes eran recibidos con una estampita del sacerdote. Muchos de ellos tenían banderas de agrupaciones sociales, entre las que se destacaba Proyecto Nacional, liderada por Mariotto, aunque también podían verse grupos pertenecientes a diversas iglesias.

Esta vez, al vicegobernador de la provincia le tocó dejar el discurso político de lado y retomar su costado docente, función que ejerció en los ’90 en la Universidad de Lomas de Zamora, donde luego fue decano de la Facultad de Ciencias Sociales. “Cuando era docente mis alumnos me preguntaban por qué éramos peronistas, porque desde los ’90 ellos no lo podían entender, entonces les explique que lo éramos por Rodolfo Walsh, por Juan José Hernández Arregui.”

“Decidimos llevar adelante este documental para mostrarles a esos chicos que el peronismo era otra cosa”, recordó Mariotto, quien con ese objetivo llevó adelante la tarea de dirección y guión junto a Gustavo Gordillo, también docente de esa casa de estudios, en 1999, con la producción de la universidad. Allí se puede ver, en poco más de una hora, la vida de Mugica sobre la base de testimonios de sus hermanos y compañeros de seminario.

También brindaron sus declaraciones los ex dirigentes de Montoneros, Mario Firmenich y Juan Manuel Abal Medina, así como referentes de la cultura popular que convivieron con el cura villero, como Marilina Ross y el militante peronista Carlos “Tula” Pascual, quien cuenta divertido que lo sorprendieron los “cuentos picantes” que contaba Mugica.

“No hemos olvidado a una de las personas que marcó una generación entera. Al que pudiendo elegir otra vida eligió la que le correspondía aun sin saberlo”, señaló González sobre Mugica, quien, nacido en el seno de una familia oligárquica, optó por iniciar el seminario del sacerdocio y vivir en la Villa 31 de Retiro. El director de la Biblioteca Nacional, que afrontó un problema de salud la semana pasada, dijo que se animó a asistir “por un fuerte imperativo de conciencia”.

González también recordó la habilidad de Mugica para comunicarse con la gente y para utilizar los medios de comunicación en favor de elevar sus reclamos: “Era un gran orador, aun parado sobre un banquito o un cajón de frutas”.

El acto contó con la presencia de Carmen González, del Servicio jurídico en la villa 31, y María Sucarrat, autora del libro El Inocente, vida, pasión y muerte de Carlos Mugica. González recordó a Mugica, a quien llegó a conocer personalmente: “Se ponía a confesar y había 200 mujeres en la fila para confesarse”, señaló entre risas. También sostuvo que el sacerdote tenía fama por sus chistes “subidos de tono”, y que “empezaba a contar chistes verdes delante de mis hijas, era absolutamente atípico por donde se lo mirara”.

Mariotto afirmó que lo que buscaron con el documental fue indagar sobre el asesinato de Mugica para disipar las dudas sobre los autores del crimen. “Un periodista muy reconocido, que no voy a nombrar, dijo el 11 de mayo de 1999, año del estreno, que se cumplían 25 años del fallecimiento de Mugica en manos de Firmenich”, lo cual el film se ocupa de desmentir.

El vicegobernador también sostuvo que la realización de Cura villero le permitió “bucear en la historia argentina, mostrar la Década Infame, el golpe de Uriburu, la resistencia y la dictadura”, reflexionó.

Hoy continuarán los actos en conmemoración por el fallecimiento de Mugica con un panel integrado por el Movimiento Sacerdotes del Tercer Mundo y se disertará sobre “Mugica en el mundo del arte”, con la presencia de Gustavo Rey, Domingo Bresci y Alberto Carbone, y artistas como León Gieco, Miguel Cantilo, Marilina Ross, Chunchuna Villafañe, Gastón Portal y Horacio Fontova. También estaba anunciada la presencia de la ahora flamante ministra de Cultura, Teresa Parodi.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugurará el sábado un mural en la avenida 9 de Julio, donde se podrá ver a Mugica “mirando” hacia la Villa 31.

Informe: Cecilia Camarano.

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María Sucarrat, Horacio González, Carmen González y Gabriel Mariotto en la Biblioteca Nacional.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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