“No se puede hablar de la causa AMIA, hay que hablar de la farsa AMIA”, reclamó con tristeza Diana Malamud, en nombre de los familiares y amigos de Memoria Activa. El acto convocó a una multitud frente a Tribunales y fue cerrado con el emotivo canto de Sandra Mihanovich, que con “Honrar la vida” conmovió a la Plaza Lavalle. Malamud reclamó la destitución del fiscal Alberto Nisman “porque no esclareció nada y porque depende de intereses que no son los de la verdad y mucho menos los de la Justicia. La Justicia argentina ha fracasado rotunda y especialmente”. Antes de Malamud hablaron Juan Carr, de Red Solidaria; el psicólogo Natán Sonis y el periodista de Página/12 Raúl Kollmann.

Esta es la primera vez que Memoria Activa concreta su acto a la misma hora que el acto oficial de la AMIA y la DAIA. En años anteriores existía la posibilidad de concurrir a ambos actos, pero en este aniversario la decisión fue marcar la diferencia. Diana Malamud lo explicó así: “Estamos a diez cuadras de la calle Pasteur, donde ocurrió el atentado, pero a unas miles de cuadras de distancia de la convocatoria del acto que se está realizando allí. Fueron las sucesivas dirigencias de la comunidad judía las que nos posicionaron en este lugar, porque han tenido a lo largo de estos veinte años una actuación vergonzosa”.

El tramo más duro del discurso de Malamud apuntó contra el fiscal Nisman. “Tal vez se llame fiscalía especial porque de verdad es especialmente dependiente de intereses que no son los de la verdad. Es claro, veinte años después, que no tiene sentido que mantengamos semejante especial estructura que no ha servido para nada más que para garantizar impunidad. Pasaron veinte años y es por eso que Memoria Activa exige la remoción del fiscal especial Alberto Nisman, que ha demostrado su incapacidad para investigar esta causa.”

“Estamos hablando de veinte años, y esta causa se convirtió en una de las más grandes farsas que ha tenido nuestro país. Hemos tenido ocho diferentes gobiernos en estos veinte años y los que no han participado del encubrimiento han fracasado en la búsqueda del esclarecimiento”, remarcó Malamud. Memoria Activa fue de las agrupaciones que respaldaron el Memorándum de Entendimiento con Irán como una forma de intentar la indagatoria a los imputados iraníes, aunque al mismo tiempo es una agrupación que expresa críticas y marca distancias respecto del Ejecutivo.

El acto había comenzado a las 9.53, la hora en que se perpetró el atentado contra la AMIA, con la lectura del listado de 85 víctimas del ataque contra la mutual judía. Como sucede, año tras año, uno de los momentos más conmovedores fue el del sonido del shofar, el cuerno de cabra que suena como un lamento, pero que era usado en épocas inmemoriales para avisar de peligros. Así como se decía que el shofar derribó las murallas de Jericó, en el acto se proclamó la necesidad de que el sonido milenario “derribe las murallas de la impunidad”.

El primer orador fue el periodista de este diario Tuny Kollmann, “cuando esta mañana (por ayer) leí sobre el derribo del avión de Malaysia, pensé en las Diana Malamud, Adriana Reisfeld, Laura Ginsberg o Luis Czyzewski holandeses, familiares de las víctimas de quienes iban en la aeronave. Seguramente les estarán diciendo que investigarán hasta las últimas consecuencias, que se sabrá la verdad, que habrá una comisión y una Justicia independientes. Y lo que ocurre es que los Estados esconden, los servicios de inteligencia mienten, la Justicia tarda y tarda y todo se hace muy difícil para familiares que son arrancados de su vida cotidiana y pelean por la verdad sólo con su coraje. No sólo pienso en los familiares de acá, pienso en los de las Torres Gemelas, que se deben estar preguntando por qué mataron a Bin Laden, por qué no lo llevaron a juicio, por qué lo tiraron al mar... ¿Lo habrán tirado al mar? Si estuviera con los familiares del avión, les daría un único mensaje: desconfíen. Estoy acá para expresarles mi cariño y mi agradecimiento porque ustedes, los familiares y amigos de las víctimas, no dejan tranquilos a los que ocultaron, a los que demoraron, a los que llevaron a que se sepa muy poco de lo que pasó en el atentado”.

Las palabras de Juan Carr calaron hondo. El titular de la Red Solidaria derramó su calidez: “Vengo a abrazarlos, a decirles que no están solos ante semejante impunidad. Los asesinos están entre nosotros, van a nuestras fiestas, nos los cruzamos por la calle. Eso es insoportable. Los admiro –les dijo a los integrantes de Memoria Activa– por estos veinte años de pasión y lucha admirable”.

Estaba programada la presencia y la palabra de Taty Almeyda, en representación de Madres de Plaza, pero el fallecimiento de una sobrina le impidió estar. Por su parte, el psicoanalista y psicólogo social Natán Sonis le dio un enfoque muy distinto y novedoso a su intervención: “No es cierto que veinte años no es nada. Ante una tragedia como ésta, son veinte años de un duelo que no se puede elaborar. Porque si aparecen dirigentes comunitarios que premian a policías o a políticos que al otro día son imputados ¿qué duelo puede concluir? ¿La crueldad jurídica qué duelo permite elaborar? Todo pone al límite nuestra capacidad de cordura y la lucha de Memoria Activa es, nada menos, que un acto de salud mental”.

El cierre estuvo a cargo de Sandra Mihanovich, que hizo derramar lágrimas y abrazos con su “Honrar la vida” cantado a capella.