La presidenta de la bancada de diputados del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, afirma que el Ejecutivo no tiene mandato del Congreso para negociar con los fondos buitre más allá de los términos y condiciones en que se hizo con los bonistas que ingresaron voluntariamente al canje. Respalda la postura de la Presidenta en que el fallo del juez Thomas Griesa “es de imposible cumplimiento” y que la Argentina no va a tener un nuevo default porque ha reestructurado su deuda y la ha “pagado religiosamente”. Di Tullio critica duramente a los dirigentes de la oposición, como Mauricio Macri y Julio Cobos, que proponen someterse a las condiciones que imponen los fondos buitre. Además, habla de 2015 y del futuro del kirchnerismo.

–La negociación con los fondos buitre en Nueva York aparece complicada y hay opiniones contrapuestas sobre cómo podría afectar la economía doméstica si no hay acuerdo. ¿Cuál es su opinión?

–No hay negociación porque el Poder Ejecutivo no tiene mandato de este Congreso para negociar, lo que hay es diálogo con el mediador. El mandato del Congreso es todo lo contrario: los que no entraron al canje de la deuda argentina no pueden tener una negociación particular ni mucho menos cobrar más que quienes sí lo hicieron voluntariamente.

–Pero la sentencia de la Justicia estadounidense sostiene que hay que pagar.

–La sentencia es de un juez de Nueva York que, aparentemente, no entiende demasiado bien cuáles son las leyes argentinas, tampoco tiene demasiado interés en conocerlas. Además, el fallo colisiona con las leyes internas de la Argentina, que le impiden al Ejecutivo cumplir con lo que quiere el juez. Desde el principio, tanto la Presidenta como el ministro de Economía dijeron que el fallo es de imposible cumplimiento.

–¿Qué pasaría entonces si no hay acuerdo y se cae en un default técnico como pronostican algunos economistas?

–No existe posibilidad de default, que sería si no está el dinero para pagar. Tampoco default técnico, porque eso sería tener el dinero para pagar y no depositarlo. A la Argentina no le pasó ninguna de esas cosas. La Argentina tiene el dinero y lo depositó. La decisión del juez Griesa fue no transferir ese dinero, que ya no es de la Argentina, a los dueños reales, que son los bonistas que adhirieron al canje. Deberán, como dijo la Presidenta, crear una nueva definición.

–El propio gobierno plantea la necesidad de mayores inversiones para seguir generando industrialización y empleo. Esto se vería complicado si no se arriba a un acuerdo en Nueva York. ¿Considera que si eso sucede, la Argentina podría seguir viviendo con lo propio?

–No sólo podemos vivir con lo nuestro... Pero hay que acordarse de que hace pocos días el presidente de China vino al país y firmó convenios por casi 19 mil millones de dólares con la Argentina, una inversión enorme. El presidente de Rusia también estuvo semanas atrás y se firmaron convenios. Así que la Argentina no sólo recibe inversiones, sino que además son muy fuertes. Eso no quiere decir que no tengamos problemas, pero este gobierno ha resuelto problemas más serios. El interés de los fondos buitre, acompañados por muchos otros, es que se caiga la reestructuración de la deuda argentina y la Presidenta no va a dejar que eso suceda. La economía argentina no tiene síntomas alarmantes, muchos incluso son saludables.

–Las distintas fuerzas de oposición tuvieron opiniones diversas frente a esta situación. ¿Cómo las evalúa?

–Así como veo con orgullo a la Presidenta pelear por los intereses de todos los argentinos, me da vergüenza que algunos dirigentes, y no sólo por derecha, digan como (Mauricio) Macri que uno se debe sentar con Griesa y hacer lo que el juez dice, o (Julio) Cobos, que también es de derecha. He oído a dirigentes de izquierda o progresistas decir que “hay que pagarles a los fondos buitre lo que piden”. Es lamentable, lastimoso. También en el interior de esas fuerzas políticas hay opiniones diversas. Massa dice una cosa, Lavagna otra, lo que muestra que el Frente Renovador tiene un popurrí de versiones de lo que se debería hacer, es un poco mareante. Macri por lo menos es sincero y dice que “si yo fuera presidente, ya lo hubiera pagado”, por lo cual la deuda de los argentinos quedaría abierta y nos endeudaríamos en 500 mil millones de dólares más. Es una cosa de locos, pero es lo que cree Macri.

–¿A los demás cómo los ve?

–Me sorprende que muchos economistas que han fundido a este país y nos han llevado a la peor de las crisis de la historia tengan el tupé y el mal gusto de dar alguna opinión, que además tengan centímetros en los diarios y minutos en radio y televisión. Nos han hecho de todo a los argentinos: blindaje, Megacanje, corralito, corralón. Esos mismos tipos, que no tienen autoridad moral nos dicen lo que tendríamos que hacer. Nadie les pregunta dónde está la plata que nos sacaron. Además, se lo dicen al Gobierno que no tomó la deuda, que lo que hizo fue reestructurarla con una quita fenomenal y pagarla religiosamente ante cada vencimiento.

–¿Tiene algún preferido entre los precandidatos presidenciales del kirchnerismo para 2015?

–No veo precandidatos... Veo hombres con voluntad de ser, que no son necesariamente precandidatos. Las precandidaturas son algo formal, dentro de una ley de reforma política que empieza a marchar en mayo del año que viene. Dentro de mi propio espacio lo que vi es un acompañamiento a la política del Gobierno, absolutamente de todos. Pero no tengo ansiedad ni preferidos. Lo que diga la Presidenta para mí va a ser central.

–¿Piensa que va a ser la Presidenta quien designe al candidato o se va a dirimir en las PASO?

–El voto de la gente en las primarias es lo que va a definir.

–¿Cree que está bien un abanico de cinco precandidatos del oficialismo, al menos hasta hora, o son muchos y podrían dispersar el voto?

–Creo que los mejores cuadros políticos están dentro de este espacio y a mí me encanta que haya muchos con voluntad de ser precandidatos. Eso muestra que tenemos una riqueza y un futuro enormes en este espacio político. Yo aliento a todos, obviamente tengo mi corazoncito y amistad con muchos de ellos.

–¿Le parece particular que, dentro de un espacio que estos años es conducido por una mujer, todos sus candidatos sean hombres?

–Quizá haya tiempo para que una mujer se exprese con voluntad de ser. Me encantaría que eso sucediera porque enriquecería mucho más.

–La oposición augura un fin de ciclo del kirchnerismo en 2015.

–Estoy convencida de que este proyecto político va a seguir gobernando en 2015, sin lugar a dudas. No hay fuerza alguna en el país, que no sea el peronismo y este espacio político, que tenga capacidad para gobernar, para resolver los problemas que todavía tiene la Argentina, problemas históricos que no hemos resuelto y los nuevos que se puedan generar.

–¿Cómo imagina a Cristina Fernández después de 2015?

–Como a mi jefa política.

–Parte de la oposición en el Senado ha amenazado con no bajar a sesionar si el vicepresidente Amado Boudou no toma una licencia tras su procesamiento en la causa Ciccone. ¿Cuál es su opinión?

–Es el vicepresidente de la República y si tiene que presidir una sesión en el Senado lo va a hacer, y si no puede, no lo hará. Lo que ha cambiado es que ahora existe un procesamiento que el vicepresidente ha apelado. En la Cámara de Diputados se rechazaron in limine todos los pedidos de juicio político, porque nosotros hemos jurado por la Constitución y debemos garantizar sus principios rectores, y uno de esos principios es la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario y haya sentencia firme. Hay una apelación, esperaremos que la Justicia se expida. Hubo un linchamiento mediático que condenó incluso antes de la indagatoria... Eso es grave, sea el vicepresidente o cualquier ciudadano.