Ayer, Hugo Chávez habría cumplido 60 años: las paredes de Caracas lo recuerdan con pintadas. La capital venezolana recibe a los jefes y jefas de Estado del Mercosur pero, a pesar de los carteles con los rostros de los mandatarios invitados que adornan los costados de la autopista que une la ciudad con el aeropuerto Simón Bolívar, esta cumbre aparece opacada por el recuerdo del líder fallecido en marzo del año pasado, cuyo rostro y nombre se repiten hasta el infinito en cada muro. Las ceremonias en su recuerdo (ver aparte) se superpusieron con los preparativos para el encuentro del bloque regional que finalmente tendrá lugar hoy, con más de medio año de retraso y la presencia de todos los presidentes del organismo que la Argentina presidirá de forma pro tempore hasta diciembre.

Justamente por esa mora de siete meses, la agenda abierta del plenario que tendrá lugar este mediodía en la sede de la Cancillería local estará más cargada que nunca: a los temas habituales de estos encuentros (los reclamos de los socios minoritarios por compensaciones, el siempre pospuesto acuerdo de libre comercio con la Unión Europea) se suman otros impuestos por la coyuntura. La Argentina planteará nuevamente una postura común ante los fondos buitre, Brasil traerá a la mesa la situación en Medio Oriente, Paraguay –de regreso tras dos años de suspensión– solicitará algunas revisiones a medidas tomadas en su ausencia. Y Evo Morales –invitado como socio– buscará el respaldo que le permita a Bolivia ingresar al bloque con plenos derechos y responsabilidades.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó anoche a bordo del Tango 01, junto con una comitiva reducida que incluye al ministro de Economía, Axel Kicillof (infaltable ladero de la mandataria cada vez que el tema deuda forma parte del temario), y al secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro. Aquí la esperaban el canciller Héctor Timerman, la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, que formaron parte de las conversaciones preliminares al plenario de jefes de Estado de hoy.

Ante sus pares, Timerman anticipó la iniciativa que planteará CFK con respecto al tema fondos buitre. El canciller convocó ayer a todos los países del Mercosur a “trabajar de manera coordinada” en todos los ámbitos de integración regional “para llevar adelante las postergadas reformas del sistema financiero internacional”. Este punto ya había sido tocado por la Presidenta hace dos semanas en Brasilia, durante la cumbre entre la Unasur y las potencias emergentes agrupadas en el Brics, que con la fundación de un banco de desarrollo propio y un fondo de sustentabilidad ya dieron los primeros pasos en ese sentido.

“Sólo una verdadera unidad latinoamericana nos permitirá garantizar la soberanía frente a los embates del capitalismo predatorio que condicionan la estabilidad financiera y las posibilidades de desarrollo de las generaciones actuales y futuras, como la que nuestro país viene soportando por parte de los fondos buitre”, manifestó Timerman, a menos de 48 horas de que venza el plazo de gracia para que los fondos que la Argentina depositó para pagar a los bonistas reestructurados, y fueron retenidos por orden del juez Thomas Griesa, lleguen a sus legítimos poseedores antes de que la Argentina entre en mora.

La actividad presidencial comenzará hoy bien temprano, a las ocho de la mañana, con la colocación de una ofrenda floral y la consabida foto de familia de todos los mandatarios presentes. Serán de la partida, además del anfitrión Nicolás Maduro y Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff (Brasil), Horacio Cartés (Paraguay), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia, asociado) y los invitados Salvador Sánchez Cerén (El Salvador) y Daniel Ortega (Nicaragua). La chilena Michelle Bachelet, en tanto, suspendió a último momento su participación para abocarse a asuntos legislativos internos, según informaron desde el Palacio de La Moneda.

Luego de la foto se llevarán a cabo el plenario y un almuerzo. Por la tarde, todos los mandatarios estarán regresando a sus respectivos países. Para entonces, la Argentina ya habrá recibido de manos de Venezuela la presidencia pro tempore del bloque (el discurso de CFK, como autoridad entrante, será el último del encuentro). Ayer, en la reunión preliminar, Timerman manifestó “el compromiso de seguir trabajando” desde ese rol “en la consolidación del Mercosur”, y pidió a sus pares “trabajar en la construcción de los grandes consensos, priorizando los objetivos compartidos y articulando las diversidades para un proyecto” que permita “consolidar la integración latinoamericana”.