Años antes de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentara en el Teatro Argentino de La Plata el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, algunas voces ya habían empezado a difundir una serie de puntos que deberían servir como base conceptual para una nueva norma. Organizaciones sociales, políticas y gremiales junto a profesionales, técnicos y académicos ya habían conformado la Coalición por una Comunicación Democrática, que el 27 de agosto de 2004 dio a conocer a través de Radio Nacional y otras señales “los 21 puntos básicos por el derecho a la comunicación”. Diez años después, con la ley aprobada y su constitucionalidad fuera de discusión, la Coalición celebró aquella primera intervención con un acto en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Entre balances y reconocimientos, allí también se presentó una nueva iniciativa, la creación del Ente para la Promoción del Pluralismo y la Integración de la Comunicación Argentina (Eppica), como “forma de seguir fomentando la multiplicidad de voces en el país”.

La ley 26.522 dio un reconocimiento merecido a un sector de la comunicación que había estado postergado por décadas. El conflicto en torno de su constitucionalidad terminó en octubre de 2013 con un fallo de la Corte Suprema, tras pasar cuatro años en suspenso por acciones iniciadas por el Grupo Clarín. Desde la Coalición, señalan que, para su plena implementación, todavía faltan los planes de adecuación de los grupos mediáticos y la puesta en marcha de políticas públicas sostenidas que fomenten la producción de contenidos en organizaciones comunitarias, de gestión privada sin fin de lucro, de pueblos originarios y de pequeñas y medianas empresas.

El nuevo desafío, consideran, es facilitar a los nuevos actores su integración como protagonistas del nuevo mapa de medios. “Para fomentar la pluralidad de voces no basta con mencionar a medios sin fines de lucro en la ley. Son necesarias también las políticas públicas que permitan la consolidación del sector. Por ese motivo, resulta urgente y necesario auspiciar una ley de la nación que cree un espacio institucional encargado de ese tipo de fomentos, una iniciativa que se cristalizaría en el Eppica”, señalaron desde la Coalición en el análisis que se distribuyó durante el acto.

Como anfitrión del evento, el decano de Sociales, Glenn Postolski, destacó el hecho de que se festejara el décimo aniversario de la Coalición en ese ámbito, donde se cursa la carrera de Ciencias de la Comunicación y “se han formado y trabajan innumerables” personas que apoyaron el desarrollo y sanción de la ley.

Postolski también sostuvo que hablar de la Coalición es “hablar de un conjunto de actores sociales que construyeron historias y construyeron uno de los momentos más importantes y más relevantes”.

En tanto, el director de la carrera de Comunicación de la UBA, Diego De Charras, remarcó que “la participación de la carrera fue muy importante en este proceso”.

Presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria al momento de votarse la ley, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, también recibió una de las artesanías con las que se destacó a quienes trabajaron por la ley. “Es una sesión que recuerdo muchísimo por las presiones que sufrimos nosotros y las que sufrían los distintos diputados de las distintas provincias. La oposición de los medios fue casi homogénea”, aseguró el funcionario nacional. “El debate fue permitiendo que tuviese más consenso”, reflexionó Rossi al recordar el año de la sanción de la ley. “Creo que fue una ley que permitió que la política entrase en otra etapa, en otra dimensión”, añadió.

Al momento de recibir su reconocimiento, la titular de la Defensoría del Público, Cynthia Ottaviano, resaltó la creación de ese organismo a través de la ley, pero advirtió: “Sigue habiendo una comunicación hegemónica, sigue habiendo corporaciones que conspiran contra la democracia. Son buitres y muchas veces quieren venir a comer de nosotros”.

La periodista Mariana Moyano, la abogada Graciana Peñafort, que se lució en la defensa de la ley en la audiencia pública ante la Corte Suprema; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, en representación de La Cámpora; el actor Juan Palomino, el músico Boris. Todos ellos subieron al escenario del auditorio de Sociales para recibir su reconocimiento en forma de una estatuilla alusiva a la libertad de expresión: una persona con un megáfono.

También hubo representantes de las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos y políticas, de los canales comunitarios, universitarios, estatales, de los pueblos originarios y personas que, sin organización alguna, recorrieron el país en encuentros para difundir aquellos 21 puntos. Mucha gente, mucha participación, muchos años, pero un solo derecho como objetivo. El derecho a la palabra.

Informe: Aldana Vales.